Durante los últimos años, mucho se ha hablado del aceite de coco. Algunos expertos dicen que no es bueno para la salud, hay quienes señalan que se debe consumir con moderación, ya que es grasa, y otros aseguran que es beneficioso para el organismo.

Y una de las defensoras de este alimento es Carola Bezamat, periodista especializada en nutrición saludable, quien en conversación con Página 7 contó los beneficios del aceite de coco.

“Conocí la producción de aceite de coco orgánico en Sri Lanka y conversé sobre sus usos con investigadores de todo el mundo. El aceite de coco es un ácido graso de cadena media, entonces una vez que lo consumes es fácil de digerir, no se queda en nuestro organismo como grasa, como un exceso de lípidos”, partió señalando.

Respecto a lo anterior, sostuvo que “esa es la diferencia, porque la saturación de las grasas vegetales, especialmente la de coco, es fácil de digerir”.

De hecho, manifestó que no todas las grasas saturadas son iguales, “y algunas como las de coco son muy saludables. En países como Sri Lanka, Filipinas, en donde estuve investigando, el uso del aceite de coco está en cada una de sus comidas: desayuno, almuerzo, colaciones y comidas”.

Pexels
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En ese aspecto, indicó incluso que lo venden en las ferias y mercados y que la población lo consume desde hace siglos y “tiene una mejor salud cardiovascular, menos índices de alzheimer y enfermedades crónicas inflamatorias que nosotros”.

Para complementar su postura respecto al aceite de coco, señaló que “si investigan, la Asociación Americana del corazón está basando sus resultados en el aceite de coco normal y no en el aceite de coco extra virgen. Están usando el término aceite de coco para una larga lista que incluye aceite de coco regular, todo bajo el mismo nombre, pero los procesos son diferentes y el contenido nutricional es distinto”.

Si bien Bezamat está a favor de su consumo, hay otros expertos que lo ven con mayor cuidado. Tal es el caso de la nutricionista de la Universidad San Sebastián, Jéssica Moya, quien indicó que “se utiliza por las características de textura y sabor. Es muy difícil consumirlo en crudo, porque es una pasta y difícilmente se puede utilizar en forma fría”.

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Asimismo, la académica precisó que “la evidencia es súper controversial, porque los estudios que se han hecho para evaluar los beneficios a nivel cardiovascular son diversos. Se ha masificado la creencia de que el aceite de coco tiene beneficios a nivel vascular y que reduce el colesterol, pero eso no es tan así”.

Para finalizar, explicó que “sí se puede consumir aceite de coco, pero en cantidades moderadas y en combinación con otras fuentes de lípidos y siempre en menor cantidad que otros alimentos que también otorgan lípidos. Si vamos a incluirlos en la dieta, deben ser aceitunas, palta y frutos secos. Si queremos aceite, que sea de canola o de oliva, estos alimentos nos entregan ácidos grasos buenos”.