Nuestras emociones influyen en la forma que respondemos a nuestro entorno, y absolutamente nadie se escapa de los malos ratos.

Se destaca el aspecto negativo, ya que es en los momentos de estrés que las personas tienden a elevar la ingesta de alimentos, para “combatir” de alguna manera los episodios desagradables. La ira, la tristeza, la ansiedad o la soledad son algunas de las sensaciones que generan la necesidad de comer de más.

No toda la gente reacciona igual, hay quienes no usan esta práctica para lidiar con sus sentimientos. Pero los que sí tienen el hábito de alimentarse por factores emocionales, son más propensos a subir de peso.

Los conflictos con la pareja, el mal ambiente en el área laboral, sentirse solo, los problemas financieros o la depresión son detonantes para el consumo excesivo de comida, de carácter consciente o inconsciente.

En este contexto el artículo titulado “Rompa las cadenas del consumo de comida por causas emocionales”, publicado en MedlinePlus, explica qué medidas se pueden aplicar para evitar esta situación:

¿Tu hambre es física o emocional?

Es la principal pregunta que hay que realizarse, además de determinar en una lista los patrones alimentarios (horarios, cantidad, cuántas veces al día).

-¿Come cuando se siente enojado, deprimido, lastimado o molesto de cualquier otra manera?
-¿Come en respuesta a ciertas personas o situaciones?
-¿Desatan ciertos lugares u horas del día el ansia de comer?

Reconocer que hay un problema es el primer paso para superar un obstáculo, con este pequeño análisis se puede tomar conciencia y detectar si es por motivos del estrés, que devoramos más calorías.

Disfruta de la comida

Poner atención a la comida que está consumiendo.
Imagen de rawpixel en Pixabay

La recomendación más saludables que se puede aprender es disfrutar de la experiencia de comer, en lugar de concentrarte en otras cosas como contar las calorías o en la prohibición de ciertos alimentos:

-Suelte el tenedor entre bocados.
-Tómese un momento para saborear la comida antes de tragar.
-Si se deja tentar por algo como las galletas o frituras, limite el tamaño de las porciones.
-No coma frente a la televisión ni la computadora. Es demasiado fácil comer en exceso cuando está distraído por lo que está sucediendo en la pantalla frente a usted.

Snack saludables

Si no puedes evitar el antojo, puedes optar por refrigerios con densidad nutricional alta y bajo en calorías, como frutas o vegetales. Beber agua puede ayudar a fomentar la sensación de saciedad.

¿Cuándo debo buscar ayuda?

Si intentaste opciones de autoayuda, pero aún no puedes controlar el impulso de comer por las emociones, considera consultar a un profesional.

-A menudo pierde el control de lo que come.
-A menudo come hasta sentir molestias.
-Tiene sentimientos intensos de vergüenza sobre su cuerpo o su consumo de comida.
-Induce el vómito luego de comer.

Si las respuestas son afirmativas, es el momento de programar un cita con un terapeuta. El mismo puede brindarte las herramientas necesarias para entender las razones que te llevan a comer de manera descontrolada.