Muchos hemos tenido antojos y no necesariamente estos están relacionados con comer. Suena raro, pero hay un trastorno que lo explica y su nombre es Pica.

Este consiste en comer -por ejemplo- tierra, hielo, pintura, carbón, yeso o papel, y una larga lista de etcéteras. El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM, por sus siglas en inglés), lo considera un sistema particular de alimentación y nutrición consistente en un deseo irresistible de comer o lamer sustancias no nutritivas, un comportamiento que se conoce como Fagia.

Los humanos no son los únicos que lo hacen. Los perros, gatos, caballos u ovejas (entre otros), comen piedras, madera u otro tipo de objetos. Pese a lo raro que puede ser, Sera Young, una antropóloga y profesora de Salud Global en la Universidad estadounidense de Northwestern, se atrevió a dar una respuesta a este fenómeno poco conocido.

Las dudas surgieron en el programa radial de la BBC, CrowdScience, por lo que se contactaron con la experta en pica para abordar el tema. Fue así como descubrieron que este trastorno tiene una larga data. Hace 2.500 años, Hipócrates ya había descrito esta práctica en la Antigua Grecia.

La científica explicó que este fenómeno ocurre “en todos los continentes poblados del planeta y en la mayoría de los países”. Quienes más lo padecen son las embarazadas y los niños, pero es una conducta que intenta ocultarse, lo que lo hace menos conocido.

freestock.org (cc) | Pexels
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Dos teorías al respecto

Las pruebas que han realizado Young y sus colegas de Northwestern, los han hecho pensar que las teorías en torno a la pica residen en la suplementación y la desintoxicación.

La primera se explica según la hipótesis de que nuestros cuerpos requieren nutrirse de algo que carecen. Un ejemplo de esto sería un antojo de huevos cuando el cuerpo siente una baja de proteínas, pero los estudios hechos por el equipo de expertos no son concluyentes sobre el tema, incluso son hasta contraproducentes.

En este sentido se podría pensar que comer tierra ayudaría a aumentar la ingesta de hierro, pero de hecho es lo contrario ya que bloquea la absorción de este mineral. Otra asociación que confunde a los expertos es el fuerte antojo de las personas por comer hielo cuando tienen una deficiencia del mismo mineral. “Es algo que no entendemos para nada“, confesó la especialista.

La segunda teoría sería más bien una alternativa en la que el organismo busca reducir las toxinas en el cuerpo. La justificación a esto es cuando un animal come algo dañino para su salud y luego ingiere tierra para desintoxicarse.

Pixabay (cc) | Pexels
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Desde esta perspectiva, que una persona consuma algo de tierra puede tener una finalidad, aunque esta no pueda ser digerida en nuestro sistema. “Es como las máscaras de barro que se utilizan para remover toxinas de la piel. Creemos que (este trastorno) es como una máscara de barro para el intestino“, dijo Young.

Lo cierto en todo esto es que las dudas se mantendrán por otro largo tiempo, antes de que se pueda tener una respuesta más concreta.