Los domingos en la noche comienza el estrés laboral, sin embargo es el lunes el que para muchas personas significa el comienzo del trabajo, lo que provoca gran ansiedad.

Para enfrentar el temido primer día de la semana, hay una serie de consejos que se pueden seguir, sobre todo quienes comienzan a ordenar sus tareas los domingos en la noche.

Uno de las principales características de esta dinámica es la tecnología, ya que los dispositivos y las redes sociales, si bien potencian la flexibilidad y el teletrabajo, también son herramientas para mantenerse conectado o, en caso de jefaturas, un canal para derivar tareas a los colaboradores.

Karina Pérez, directora de Robert Half en Chile, señala que: “Sin duda, la digitalización ha significado un gran avance, pero de todas formas debemos ser cuidadosos en cómo usamos la tecnología. El terror prelunes es cada vez más común y es tarea de los colaboradores y las compañías asumir el desafío de contrarrestar su efectos. El bienestar laboral y el clima organizacional en este caso pueden verse impactados por la gestión errónea de las comunicaciones en espacios que debieran estar dedicados al descanso”.

Consejos:

1. Aprender a decir no

Es importante establecer límites y prioridades con los jefes y consigo mismo, de esta manera el trabajo será más productivo.

2. Usar la tecnología en nuestro favor

Se debe usar el celular y las aplicaciones de comunicación como una herramienta que permite mayor flexibilidad y un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal.

3. Un momento para reflexionar

El domingo puede ser un buen momento para pensar en qué momento de la carrera se encuentra, cómo se desea continuar, cómo se siente en su actual cargo y compañía o cuáles han sido sus logros y definir nuevas metas.

4. Descansar

Se debe aprovechar las últimas horas del fin de semana para relajarse y que sea un momento para la familia y amigos.

5. Brindar espacios más positivos

Es un desafío que debe asumir tanto los colaboradores como la empresa. Por eso, es necesario gestionar bien los equipos en cuanto a carga y labores y, por supuesto, promover espacios laborales más positivos, donde los trabajadores se sientan felices.