Nuestros hábitos de sueño son importantes, lo tenemos claro. Debemos dormir al menos 8 horas diarias, irnos a la cama y despertar más o menos a la misma hora todos los días, y evitar consumir cafeína o alcohol antes de irnos a dormir… pero, ¿qué tiene que ver en todo esto la televisión?

Lo cierto es que un estudio del National Institute of Health investigó la conexión entre la luz artificial y el aumento de peso a largo plazo. ¿El resultado? Según lo consignado por la revista Cosmopolitan, quienes se quedaban dormidos con la TV prendida eran 17% más propensos a subir 5 kilos.

Adicionalmente, los que estaban en el 13%, eran más propensos a subir su IMC por 10% o más; 22% más propensos a tener sobrepeso y 33% más propensos a desarrollar obesidad.

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores estudiaron a 44 mil mujeres de entre 35 y 74 años desde julio de 2003 a marzo de 2009, estudiando las condiciones de luz con las cuáles descansaban: sin luz, lámpara, luz fuera del cuarto o televisión en el cuarto, realizando un seguimiento de su peso.

¿Cuál sería la relación? La luz no permitiría a las personas dormir profundamente, por lo que afecta el tiempo de descanso y la calidad del sueño. Entonces, al no dormir lo suficiente, nuestras hormonas del apetito se verían afectadas, al igual que nuestro metabolismo.

Cabe destacar que cualquier luz artificial afectaría nuestra calidad del sueño, por lo que ir a la cama con el celular, tablet o el computador tampoco es recomendable si queremos mantenernos saludables.