Hay dos clases de persona: las que ponen una alarma y saltan de la cama para empezar una nueva jornada o quienes ponen cinco (o más) alarmas, con un lapso de 10 minutos cada una para despertar “de a poco”.

Si eres del segundo tipo de personas, probablemente estás cometiendo una equivocación, ya que podrías estar cansando más a tu cuerpo. Para salir de las dudas, en Página 7 conversamos con la doctora Evelyn Benavides, especialista en medicina del sueño de Laboratorio Blanco.

“Lo ideal es una alarma y levantarse de inmediato una vez que suena, para que sea un reflejo, ya que si ponemos varias alarmas tendemos a seguir durmiendo”, sostuvo la experta.

Es decir, cuando activamos el botón de posponer, el cerebro comienza de nuevo el ciclo de sueño, provocando que a los pocos minutos, cuando nos volvamos a despertar, nos encontramos todavía más cansados que la primera vez.

“El despertar y dormir por intervalos breves, produce una sensación de ensoñación que hace que ni la vigilia ni el sueño sean los adecuados”, sostiene Benavides, por lo que el botón de ‘snooze’ de tu celular no significa un descanso extra, sino todo lo contrario.

poner varias alarmas en la mañana afecta la calidad del sueño
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La opinión de la doctora Benavides es la misma que Robert Rosenberg, director médico del Centro de Trastornos del Sueño en Prescott Valley, Arizona, que señala dos efectos negativos de retrasar la alarma una y otra vez.

“Se está fragmentando un sueño adicional, que acaba siendo de poca calidad. También incita al cuerpo a entrar en un nuevo ciclo de sueño sin tiempo suficiente para completarlo. Por ello, puede ocasionar somnolencia persistente durante el día“, indicó en su página web.

Independiente de las alarmas, lo ideal es que despertar sea algo natural y eso sólo se logra con buenos horarios para dormir. “Lo ideal es tener horarios claros de despertar y dormir y que ojalá coincidan con la luz del día y la oscuridad de la noche”, expresó Benavides.

Otro punto importante QUE menciona la especialista del sueño, es la música de la alarma, independiente de si es algo fuerte o suave. “Hay que poner una música que sea diferente a lo que ocupamos habitualmente para que la identifiquemos como el sonido para despertar”, explicó.

Si no estás durmiendo bien, Evelyn Benavides entrega algunas recomendaciones:

  • Entrar al dormitorio y acostarse cuando se tenga sueño, no por obligación.
  • Procurar dejar un tiempo de “tranquilidad” antes de acostarse a dormir. Tomar unos 15 a 20 minutos para ir pasando del ambiente de actividad a uno de tranquilidad, bajando la intensidad de la luz, apagando televisor, etc.
  • Mantener horario estable para levantarse (reloj despertador idealmente a la misma hora y temprano).
  • Evitar estimulantes (café, bebidas, nicotina, té, cacao, alcohol), o consumirlos de forma muy limitada.
  • No automedicarse.
  • Tratar de no ver televisión en la cama, idealmente sacar el televisor del dormitorio.
  • No tener el dormitorio como centro de actividades. Reservar este lugar solo para dormir y para la actividad sexual.
  • Evitar situaciones de actividad como trabajo, planes para el día siguiente y ejercicio físico intenso, en las horas próximas a dormir.
  • Eludir comidas abundantes y excesivamente condimentadas en la noche.
  • Procurar un ambiente silencioso, oscuro y con temperatura agradablemente baja en el dormitorio (entre 16 y 20 grados).
  • Intentar no resolver problemas y planificar actividades mientras esté en cama.
  • No mirar el reloj cuando despiertes en la noche.