De seguro más de alguna vez escuchaste a tu mamá o a tu abuelita decir que no se debe guardar la comida caliente en el refrigerador porque “se echa a perder”.

Algunos señalan que al guardar una comida caliente obligamos a nuestro refrigerador a consumir más energía, lo que si bien puede ser cierto no implica un daño importante a la máquina ni mucho menos al alimento en cuestión.

Eso es al menos lo que indica el Departamento de Agricultura de Estados Unidos en su web oficial, donde recomienda refrigerar la comida inmediatamente una vez cocinada. Asegurando que dejar que la comida “se ventile” o “se oree” es lo perjudicial por la aparición de bacterias, las que se desarrollan rápidamente en ambientes entre 4 y 60 grados y sobre todo si están en contacto con el aire libre.

Para evitar el crecimiento de bacterias, es importante enfriar los alimentos rápidamente para que alcancen lo más rápido posible la temperatura segura de almacenamiento en el refrigerador que es de 4° o menos“, aconseja la entidad.

En este contexto, también entregan algunos consejos sobre el almacenamiento. “Lo ideal es dividir grandes cantidades de alimentos en recipientes poco profundos“, advierten.

Como ejemplo, aseguran que una gran olla de sopa tomaría mucho tiempo en enfriarse, lo que facilitaría la proliferación de bacterias, lo que evidentemente aumenta el peligro de enfermedades transmitidas por alimentos. Por lo mismo, lo mejor es dividir la comida en varios potes.

El mismo consejo aplica para los grandes trozos de carne o un pollo entero. Lo ideal es cortarlos en trozos más pequeños y almacenarlos.

Y aquí viene la aclaración al mito. “Los alimentos calientes pueden colocarse directamente en el refrigerador o enfriarse rápidamente en un baño de hielo o agua fría antes de refrigerarlos“.

La razón, insisten, es básicamente la proliferación de bacterias que causan enfermedades en el organismo humano, ya que suelen reproducirse cada 20 minutos.

En esta línea, aseguran que ningún producto que necesite refrigeración debe estar a temperatura ambiente por más de 2 horas. Si la temperatura supera los 32°, el límite es de una hora. En el caso de carnes rojas, aves, pescados, mariscos, huevos o productos crudos hay que ser más estricto aún.

En el caso de las sobras, éstas también deben refrigerarse o congelarse dentro de 2 horas. “A pesar de lo que algunas personas creen, poner alimentos calientes en el refrigerador no daña el aparato“, agregan en otro artículo.

Cuando queramos marinar ciertos alimentos, el consejo también es guardarlos en el refrigerador mientras se están marinando. “Las bacterias pueden multiplicarse rápidamente en los alimentos que se dejan marinar a temperatura ambiente”. Otro punto importante es que jamás se debe reutilizar el líquido de marinado como salsa sin hervirlo previamente.

Otras consideraciones

– Evita el “sobreembalaje”: es importante que el aire frío circule alrededor de los alimentos refrigerados para mantener una temperatura correcta.

– Limpia los derrames de inmediato: además de evitar el mal olor y el crecimiento de la bacteria Listeria (que es resistente a temperaturas frías), es necesario limpiar los derrames, sobre todo las gotas de las carnes descongeladas, pues ayudará a prevenir la “contaminación cruzada”.

– Los alimentos siempre deben estar cubiertos: lo ideal son recipientes herméticos sean potes o bolsas selladas.

– Comprueba siempre las fechas de vencimiento de los alimentos: si pasó la fecha impresa en el envase lo mejor es eliminar el alimento. Ahora bien, si no estás seguro o la comida parece cuestionable, la regla que deberías aplicar sería “en caso de duda, deséchalo”.