Las vacaciones son sinónimo de relajo y descanso, sin embargo, uno de los principales perjudicados son los dientes debido a la falta de higiene y los cambios alimenticios.

De hecho, de acuerdo con la última Encuesta Nacional de Salud, el cuidado de los dientes no es un tema prioritario entre los chilenos. El 25% de la población no ha visitado nunca a un odontólogo o no lo ha hecho en los últimos 5 años, un 90% de la población chilena tendría problemas dentales, siendo la tercera edad uno de los grupos más afectados, mientras que un 70% de los niños de seis años presenta caries.

Según explicó Carolina Pattillo, Directora Odontológica Nacional de Clínicas Dentales RedSalud, “durante las vacaciones puede haber un aumento de la placa bacteriana generando enfermedades gingivales y periodontales, además de halitosis y desmineralización dentaria que se traducen en lesiones, causando caries e hipersensibilidad”.

Es por ello, que la especialista recomienda “la visita periódica al odontólogo como un hábito permanente, que nos permita mantener un adecuado control de nuestra salud oral, en especial con un enfoque en la prevención”.

A continuación, te entregamos algunos consejos prácticos de la especialista para proteger nuestra salud bucal durante la temporada estival:

La clave es prevenir

La principal recomendación, según la doctora Pattillo, es la prevención a través de hábitos saludables de higiene, como es el cepillado y el uso de seda dental en una frecuencia adecuada. “Esto se puede complementar, por ejemplo, con el uso de colutorios que contengan flúor, sumado a una dieta equilibrada, evitando el exceso de alimentos azucarados, carbohidratos que influyen en los procesos de desmineralización de los tejidos duros dentarios”.

Pexels (cc)
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No dejar de beber agua

No sólo durante el verano hay que preocuparse del consumo de agua, ya que es un elemento vital para favorecer una adecuada salud bucal.

La especialista de RedSalud asegura que “los beneficiosos de tomar agua, es que permite mantener un adecuado flujo de saliva, la cual cumple un rol muy importante en la protección dentogingival al aportar minerales (calcio, fosfato y flúor) y otros componentes protectores, evitando además la resequedad bucal que está directamente relacionada con la aparición de caries. Beber agua cumple un rol importante al limpiar la boca de restos de alimentos y ayuda a diluir los ácidos aportados por los alimentos”.

¿Qué alimentos preferir?

La principal fuente de ácidos dañinos proviene de las ensaladas o bebidas de fantasía, y los producidos al metabolizar los carbohidratos y azúcares presentes en los alimentos que consumimos. La mejor forma de neutralizarlos, según cuenta la odontóloga, es restringir o disminuir la frecuencia de consumo de estos alimentos. “Si no se pueden evitar, consuma agua después de ingerirlos“, ya que como se mencionó anteriormente, permite diluir la acidez y eliminar los residuos de alimentos”.

Otra forma de neutralizar la acidez es el uso controlado de goma de mascar sin azúcar, por períodos no mayores a 5 a 7 minutos, ya que ayudaría a estimular la salivación y limpiar los restos de alimentos de las superficies orales.

Sin embargo, la Doctora Pattiilo advierte que no se recomienda el cepillado inmediatamente posterior al consumo de alimentos ácidos, sino esperar unos 20 minutos por el efecto desmineralizante de éstos, que en conjunto con la pasta de dientes podrían generar erosión, debilitamiento y aparición de hipersensibilidad en nuestros dientes”.

Cuidado con el cloro de las piscinas

El cloro presente en altas concentraciones en el agua de las piscinas, en caso de exposiciones prolongadas, puede generar un efecto en las proteínas de la saliva y elevar la capacidad de desarrollo de sarro. La presencia de cloro incrementa además el riesgo de aparición de patologías dentogingivales, halitosis y tinciones que tienen impacto en la estética bucodental.

Según la especialista de RedSalud, una forma de disminuir este riesgo “es el cepillado posterior a la exposición del agua de la piscina. En el caso de los niños, como precaución, es aconsejable evitar que ingieran el agua de la piscina”.

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¿Aumenta la placa bacteriana en verano?

Efectivamente el aumento de la presencia de placa bacteriana, se debe a que dejamos de lado los hábitos de higiene oral y a la modificación del consumo de los alimentos que ingerimos, en relación con la estacionalidad.

En este caso durante las vacaciones -según explicó la experta- aumenta la ingesta de azúcares y carbohidratos presentes en frutas, helados, bebidas azucaradas, etc., a los que se suman las comidas a deshoras o a altas horas de la noche, lo cual favorecerían el desarrollo de placa bacteriana.