Hay veces en que no sabemos cómo enfrentar los problemas propios de la vida, y para ello acudimos a un especialista, el que nos ayuda a encontrar ese camino.

Dentro de las opciones que existen respecto a terapias psicológicas, se encuentra la Logoterapia, una técnica que tiene como principal objetivo darle sentido a la vida, y aunque suena un poco obvio es algo que olvidamos bastante seguido, pero ¿de dónde surgió?

Viktor Emil Frankl fue un neurólogo y psiquiatra austriaco que nació en una familia judía. En 1994, su esposa, padres y hermanos fueron víctimas de los campos de concentración, donde el único sobreviviente fue él.

Luego de sus vivencias, Viktor terminó por elaborar esta teoría que había iniciado anteriormente, pero tomó mayor fuerza después de las torturas que tuvo que pasar.

Según detalla el portal especializado Psicología y mente, para este neurólogo, siempre es posible darle sentido a la vida independiente a las circunstancias en la que nos encontremos, pero para ello es necesario seguir una serie de pasos.

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Frankl postula que la experiencia humana se divide en tres dimensiones: física, mental y espiritual, siendo la falta de fortaleza en esta última el principal problema de las alteraciones psicológicas.

Esto porque le damos demasiada importancia al sufrimiento y no al malestar en sí mismo, en palabras sencillas: en vez de enfocarnos en el mal momento que estamos pasando, lo mejor es vivirlo y aprender de ello.

Esta técnica no busca eliminar los problemas, sino que crecer con ellos, dándole un sentido a la vida hasta en las desgracias.

Los tres principios de la Logoterapia
– Libertad de voluntad: esta capacidad humana consiste en la posibilidad de verse a uno mismo, aceptarse, regularse y visualizarse
– Voluntad de sentido: la búsqueda de una razón para ser feliz.
– Sentido de vida: el deber, como seres conscientes y responsables, de descubrir el sentido de nuestras vidas

Según detalla el portal La Mente es maravillosa, esta escuela de la psicología busca enfrentarse a la realidad y no esconderla bajo la alfombra. “Se trata de una visión humanístico-existencial del ser humano que puede ser difícil de comprender si no estamos familiarizados con el existencialismo”.

En conclusión: saber que la vida no siempre es color de rosa es el primer paso para poder enfrentar las adversidades, y luego aprender de ellos por muy dolorosas que sean.