Todos sabemos que los gases son normales, pero no por eso dejan de ser incómodos, sobre todo cuando amenazan en el momento menos indicado o resultan un tanto excesivos.

Es en este contexto que a la hora de buscar responsables, algunos alimentos encabezan la lista, sin embargo, existen otros factores que también influyen en este tipo de situaciones y que deberíamos manejar para saber cómo sobrellevarlos.

De acuerdo a un artículo de la edición estadounidense del Huffington Post, donde entrevistaron a varios expertos en el tema para distinguir y tratar estos problemas estomacales, existen a lo menos 10 razones por las que podrías estar teniendo más gases de lo “normal”.

Dieta, estilo de vida y componentes de los alimentos son cruciales para la periodicidad de las flatulencias y similares.

1) Una afección médica subyacente:

De acuerdo a Russell D. Cohen, consejero de la fundación GI Research Foundation y director del Centro de Enfermedades Intestinales Inflamatorias de la Universidad de Chicago, algunos temas médicos agravan los gases como tener síndrome de colon irritable, la enfermedad de Crohn, colitis y otros problemas gastrointestinales.

2) Tu cuerpo no tolera la lactosa:

Pese a que no todos están al tanto de este punto, ser intolerante a la lactosa es muy común, pero pocos le ponen atención a este malestar y/o suele confundirse con otros cuadros. John Tsai, gastroenterólogo, indica que: “Para la mayoría de la gente, la capacidad de asimilar la lactosa disminuye con los años. Si hay mucha lactosa en el tracto intestinal y no se descompone, las bacterias intestinales terminan el proceso de digestión, y esto puede provocar gases, hinchazón, dolor y diarrea”.

¿La solución? Disminuir su consumo o, de lleno, suprimirlo.

3) Eres intolerante al gluten:

Según Tsai, “se estima que entre el 1 y el 2% de la población tiene una alergia al gluten”, sustancia que se encuentra en el trigo, la cebada y el centeno. Para los intolerantes, esta sustancia puede provocar que el sistema inmune del organismo provoque inflación y daños en el tracto intestinal.

Lo anterior da paso a una diarrea, hinchazón, malnutrición y otros problemas serios de salud.

4) Un efecto colateral de una antigua operación:

Cohen señala que muchas personas que se han sometido a una cirugía gastrointestinal suelen experimentar más gases. “Imagina que tu sistema gastrointestinal es un lago. Después de una operación gastrointestinal, ese lago se ve disminuido en la parte de la cirugía, como en una zona del lago donde se concentra una capa de algas. Nuestro sistema gastrointestinal también acumula esas bacterias en la zona dañada”, apunta el experto.

5) Has tragado demasiado aire:

Samantha Nazareth, gastroenteróloga, explica que actos tan cotidianos como “tragar aire al hablar mientras comes, beber con una pajita (bombilla) o mascar chicle” puede causar flatulencias.

6) Es por una verdura o una bebida:

Los encurtidos y alimentos fermentados están en el ‘top’ de los que pueden provocar que nuestro cuerpo expulse más gases que de costumbre, comenta Cohen. A ellos le siguen las hortalizas crucíferas como kale, brócoli y coliflor, y claramente las legumbres.

Además, las bebidas carbonatadas también provocan un aumento de gases en tu cuerpo.

7) Tu dieta es demasiado rica en FODMAP:

La sigla en inglés FODMAP, significa oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables. Los alimentos ricos en estas sustancias también influyen. Para Nazareth son, básicamente, “carbohidratos de cadena corta que se absorben mal y se fermentan rápidamente en el cuerpo“, lo que suele provocar flatulencias.

Entre los alimentos ricos en FODMAP están la leche, la fruta deshidratada, las alcachofas, los productos de panadería hechos con trigo integral, los edulcorantes artificiales como el xilitol, el ajo, la cebolla y las castañas de cajú.

8) Estás estreñido:

Cohen asegura que, en muchos casos, una persona estreñida produce más gases de lo habitual, debido a que el cuerpo está “fermentando ese alimento y las heces hasta que el intestino sea capaz de expulsarlo”.

Por su parte, Amanda Nighbert, dietista en Kentucky, Estados Unidos, sugiere que lo mejor es tratar el estreñimiento de una forma saludable. “Asegúrate de tomar suficiente agua y fibra, y plantéate tomar citrato de magnesio si el problema es crónico. Es una forma completamente natural de tratar y prevenir el estreñimiento“, aconseja.

9) Comes demasiado rápido:

Este es un clásico para todos los que se ven consumidos por la rutina y el trabajo, y aprovechan su hora de almuerzo para realizar otras actividades que no alcanzan a cumplir en otro momento del día, por ejemplo.

En este sentido, ‘tragar’ la comida y no masticarla bien aumenta la probabilidad de un exceso de gas o aire en el estómago. “Esto te hará sentir más hinchado y con más gases“, explica Nighbert, recomendando comer de manera más consciente y tomarse un respiro entre bocados.

10) Cambiaste tu dieta de forma repentina:

Colene Stoernell, dietista pediátrica gastrointestinal citada por el HuffPost, asegura que si bien es positivo realizar un cambio de alimentación hacia el lado saludable, lo repentino igual podría provocar problemas de hinchazón y gases. Lo mejor es ir matizando.

Cuando cambias de hábitos alimenticios, el cuerpo necesita tiempo para adaptarse“, afirma, agregando un ejemplo: “Tu cuerpo podría notar si pasas de 0 a 8 frutas y verduras al día, especialmente si son coles y hortalizas de su familia, las que son ricas en fructanos y pueden provocar hinchazón y gases a personas sensibles“.

¿Cómo se sobrelleva?

Todos los expertos coinciden en que si bien lo dolores por gases no son una señal de algo médico delicado, sí se entiende que puede ser un problema incómodo y que pueden llegar a interferir en la vida diaria de la persona.

Por lo anterior, Nazareth ofrece algunos consejos que pueden ayudarte. Eso sí, si los gases se combinan con síntomas como vómitos, sangre en las deposiciones, fiebre o pérdida de peso repentina, lo mejor es que visites a un especialista gastrointestinal.

Consejos:

a) Realiza ejercicio regularmente, ya que el movimiento del cuerpo estimula el de los intestinos, llamado peristalsis.

b) Evita comer en exceso, especialmente por la noche.

c) Elimina los alimentos FODMAP hasta 8 semanas. Si los gases desaparecen, ve agregando de a poco algunos alimentos para evaluar si eres capaz de tolerar un carbohidrato fermentable específico.

d) Practica la alimentación consciente, que significa tomar conciencia del momento presente de la comida. “Primero, identifica si tienes hambre, y luego come, recomienda Nazareth. A veces comemos cuando estamos aburridos, tristes o estresados. Respira antes de comer, y luego tómate un momento para diferenciar la textura del alimento, su olor y, por último, el sabor. Tómate tu tiempo para masticar y tragar, y céntrate en la tarea de comer. Esto incluye no mirar las redes sociales mientras tanto”, advierte la experta.