Los meses de invierno traen consigo un conjunto de enfermedades altamente transmisibles que pueden llegar a ser mortales si no son tratadas y detectadas a tiempo.

Las bajas temperaturas; condiciones ambientales como el encierro; la mayor cercanía física; la falta de ventilación de los ambientes; y contaminación intradomiciliaria y ambiental facilitan la transmisión de diversos virus.

Las enfermedades del sistema respiratorio ocupan la tercera causa de muerte en Chile (INE 2015). Estas aumentan su prevalencia cuando se trata de menores de un año y en personas sobre los 70 años, especialmente si tienen otras enfermedades crónicas que necesitan mayores cuidados para evitar complicaciones de gravedad.

Su prevalencia tiene una distribución similar en ambos sexos. En el 2015 causaron 9.934 defunciones en el país; de ellas, 5.018 fueron hombres (50,5%) y 4.916 correspondieron a mujeres (49,5%). En lo que va del año en los hospitales del Servicio de Salud Concepción el total de consultas por sintomatología respiratoria alcanzan las 101.121, (DEIS 2018).

Entre las enfermedades respiratorias más comunes encontramos:

Resfrío común
Influenza
Faringitis
Bronquitis
Neumonía

Los síntomas propios de las enfermedades respiratorias a vigilar son dolor muscular, dolor de cabeza, malestar general, decaimiento, tos, fiebre, dificultad respiratoria en todos sus grados y en los casos más graves, puede presentar compromiso de conciencia y coloración azulada de la piel lo que se conoce como cianosis.

Para prevenir este grupo de enfermedades, el enfermero especialista en Cuidados Intensivos de la Universidad del Desarrollo, Christian Burgos Cocha, entregó algunas recomendaciones que son altamente efectivas, básicas y muy simples, tales como: al toser taparse la boca con la parte interna del brazo, para evitar transmisión de gotitas. En este sentido se recomienda no utilizar las manos, ya que estas actúan como vehículos de transmisión de enfermedades, al menos que se realice un buen lavado inmediatamente.

Otro consejo es mantener los ambientes ventilados, especialmente cuando se utiliza calefacción con estufa de kerosene, gas licuado y braceros, pues estas generan contaminación dentro del hogar.

Evitar el contacto con personas enfermas si se trata de grupos de riesgo y también los cambios bruscos de temperatura. Adherir a campañas de inmunización preventiva organizadas por el ministerio de salud, tales como vacuna Neumococo e Influenza.

Evitar la exposición innecesaria a contaminación ambiental y, por último, es importante mantener durante todo el año una alimentación sana y saludable que ayude a fortalecer el sistema inmunológico y nos ayude a combatir este tipo de enfermedades.

Finalmente, frente a la persistencia de dos o más síntomas por más de tres días, se recomienda consultar al centro de salud más cercano a su domicilio, para evaluación médica y tratamiento específico.