Si alguna vez viste la película Rocky, recordarás que el boxeador siempre iniciaba su día preparándose un vaso lleno de huevos crudos. Según él, proteína pura. Ahora bien, la gran incógnita es saber si esto es tan así.

Para algunos el huevo es parte fundamental del plan de alimentación diario. Unos prefieren comerlo a la copa, otros revuelto, pero existen ciertas personas que sin prepararlo previamente, simplemente lo sacan del cascarón y lo consumen. La verdad, es que esta práctica puede que sea un poco asquerosa, pero ¿es realmente beneficioso? ¿hay alguna diferencia?

Y la verdad es que sí, hay una gran diferencia. Pese a que un huevo aporta 72 calorías, 6 gramos de proteínas, 13% de vitamina B2 y 22% de selenio (según lo consignado por el portal Salud180), no es lo mismo comerlo crudo que comerlo, al menos cocido.

Un informe del Centro de Investigación Gastrointestinal y de Gastreontología de la Universidad de Leuven de Bélgica, explica que “comerlo crudo disminuye la absorción (casi del 50%) de estos nutrientes, a comparación de si está cocido (que asciende a un 80)”.

Según estos estudios, las mejores propiedades de esta proteína se consiguen cuando está cocinado, no así cuando está en su estado natural.

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Ahora bien, hay varios riesgos que están latentes cuando está crudo, pero hay uno que sobresale: el riesgo de salmonella e intoxicación alimentaria.

El portal MuyFitness publica que comer alimentos no cocinados, como el caso del huevo, es una potencial manera de ser afectado por la salmonella. Esto ocurre porque las gallinas y las aves en general, son propensas a tener esta infección, así que la traspasan a la hora de poner huevos.

Dentro de los síntomas que produce esta bacteria se encuentran calambres estomacales, diarrea, náuseas, fiebre, dolor de cabeza. Malestares que incluso pueden aparecer de seis a 48 horas después de haber ingerido este alimento.

“El principal riesgo es la presencia de Salmonella que es una bacteria ampliamente distribuida en la naturaleza. En el caso específico de los huevos, estos pueden estar contaminados con la bacteria en su cáscara. La salmonella también puede estar presente al interior del huevo si la gallina que lo forma es portadora. Por eso, lavar la cáscara no es suficiente”, comentó el Seremi de Salud de la Región Metropolitana, Dr. Carlos Aranda, al diario La Tercera.

Por eso siempre es recomendable, primero comer huevos frescos y siempre cocinados, para así evitar el riesgo de salmonella. Ahora bien, puede que hayas escuchado los huevos pasteurizados, que sirven para preparaciones a base de huevos crudos, como por ejemplo la mayonesa casera. Estos sirven, pero son vendidos de forma más industrial, y pocos lugares los venden de manera libre.

Ahora, si piensas prepararte un batido de huevos crudos, tal como lo hizo Sylvester Stallone en Rocky, te recomendamos que mejor pases esa opción y prefieras cocinarlos antes de consumirlos.