Ya llegaron los días calurosos y por eso comenzamos a sacar la ropa más liviana del clóset y a guardar poco a poco las más gruesas.

El calzado también es parte de este cambio, pues varios deciden volver a usar chalitas o zapatos más frescos, y si no los tienen, comprar unos nuevos.

Pero sean antiguos o recién adquiridos, siempre tenemos un calzado que nos hace daño y por el que a veces terminamos haciéndonos curaciones.

Si este es tu caso, te dejamos algunos consejos para evitarlo, y que fueron entregados por el medio español ABC: no pienses sólo en parche curita, que solo aliviará el dolor un rato.

Hernán Piñera (cc) | Flickr
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1.- El número del calzado:

¿Te ha pasado que un zapato de una talla mayor o menor a tu número te queda bien? Pues esto depende del modelo, por lo que debes probártelo muy bien y corroborar que tus dedos no toquen la punta del zapato. Recuerda probarte ambos pies.

Otro consejo es quedarte con un número que se adapte a tu pie más grande -no siempre son del mismo tamaño- y al otro le puedes colocar una media plantilla.

2.- Horma:

Si notas que tu calzado es muy estrecho, otra opción es llevarlo donde un zapatero para que con uno de sus aparatos logre agrandarlos hacia los lados. Allí estarán unos días.

3.- Crema humectante:

Este producto no sólo sirve para que tu piel esté más suave e hidratada, sino también para proteger tus pies de los daños que puedan ocasionarte los zapatos apretados.

El truco es aplicar crema en dos lugares: bordes y costuras, frotando hasta que se impregne. Con esto se ablandarán y conseguirás que se adapten de mejor manera a tus pies.

Apetitu (cc) | Flickr
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4.- Refrigerador:

Un tip infalible es llenar una bolsa hasta la mitad con agua (las que venden para congelar alimentos). Ciérrala e introdúcela en tus zapatos, justo donde te aprieta, y los dejas en el congelador. Espera que el agua se congele, luego sácalos y colócatelos enseguida. Verás que estarán más anchos, pues la humedad ayuda a que se moldeen mejor.

5.- Papel de diario:

Probablemente este es el que más conoces, pues alguna amiga o familiar puede haberlo hecho ya. Lo que debes hacer es fácil: humedecer diario, hacer pelotas con él y meterlo en el zapato, pero antes, coloca por dentro un poco de crema hidratante. Espera un par de días ¡y listo! verás que están más anchos.

Recuerda que debes usar algunos días tu calzado en casa, para que tus pies se adapten a ellos. Si notas problemas, puedes optar por algunos de estos tips.

¡A probarlos!