Después del trabajo, en una junta con los amigos o en cualquier momento, varios pueden disfrutar de beber una cerveza o algún cocktail, sin embargo, este placentero momento puede transformarse en un verdadero problema.

Dolores en el cuerpo, molestias o vómitos se podría pensar que son reacciones propias del consumo en exceso del alcohol, sin embargo, esto no siempre es así. Hay personas que pueden tener diversos malestares debido a que desconocen que padecen de intolerancia al alcohol. Sí, como leíste, así como hay intolerancia a los lácteos o al gluten, la hay para el alcohol.

Ahora bien, ¿qué es la intolerancia al alcohol? Esta es una extraña condición en donde hay una deficiencia en la elaboración de la enzima acetaldehído deshidrogenasa (ALDH2), que es clave para poder metabolizar el alcohol. Al no tener esta enzima, todo el líquido que queda en el estómago, se transformará en algo tóxico que desencadenará varios problemas, ya que el cuerpo buscará eliminar esta sustancia de cualquier forma, como por ejemplo, con vómitos.

Según lo consignado por el portal Salud180, hay una serie de síntomas que son claves para determinar si alguien sufre de este tipo de intolerancia. Así que si luego de tomar alguna copa tienes estos malestares, puede que debas ir al médico.

Congestión nasal

Uno de los primeros y más comunes síntomas que aparecen luego de haber bebido alcohol es la inflamación en la cavidad sinusal, que es por donde entra el aire por la nariz. Es tener la sensación de estar congestionado, tal como ocurriría en un resfrío. Esto se produce especialmente tras beber vino o cerveza.

Enrojecimiento de la piel y aparición de protuberancias

Tal como si fuera una alergia, es muy común que la piel comience a reaccionar. Al no producirse la enzima ALDH2, el cuerpo no puede descomponer el acetaldehído, que es la forma en la que el alcohol se metaboliza en el cuerpo. Primero comienza a enrojecerse la cara y luego el resto de las extremidades, incluso comienzan a aparecer pequeñas protuberancias.

Náuseas y vómitos

Si bien son sensaciones que pueden aparecer usualmente tras haber bebido en exceso, en estas circunstancias pasa por algo totalmente distinto. Como se mencionó, ante la falta de la enzima ALDH2, primero se produce un ácido estomacal que irrita tanto al esófago, como al estómago y a los intestinos, lo que finalmente provoca náuseas.

Ahora, si tan sólo minutos después de tomar una o dos copas ya se comienza a vomitar, hay un claro síntoma de intolerancia al alcohol. A esto se le puede sumar la aparición de diarrea, ya que el intestino grueso también se ve afectado.

Los más drásticos: aceleración en los ritmos del corazón y presión arterial baja

Sin duda la mayor señal de que se sufre de intolerancia al alcohol es cuando se empiezan a sufrir taquicardias, en donde los latidos del corazón comienzan a producirse de manera mucho más rápida. Si a esto se le suma una presión arterial baja, sin duda hay que acudir a algún médico.

Si has sentido estos síntomas luego de beber algunas copas, es recomendable que debas realizarte un chequeo médico para ver si efectivamente sufres de este tipo de intolerancia, ¡no lo confundas con una borrachera!