Las relaciones sexuales son una de las actividades primordiales en la vida del ser humano. Y es que no hay dudas que por medio del coito no sólo se satisface una necesidad básica, sino que además te sirve para conectar a un nivel más íntimo con la persona que elegiste como compañero o compañera de vida.

En este contexto, su práctica trae consigo múltiples beneficios, como la capacidad de distendernos, de acercarnos al otro, de ejercitarnos e incluso refuerza nuestro sistema inmune, tal como lo describió un estudio realizado por especialistas de la Universidad Wilkes, en Pensilvania, donde se señala que tener actividad sexual una o dos veces por semana puede ayudar a prevenir enfermedades como la gripe.

Al ser necesario en la vida de toda pareja, todos intentan mantener una actividad sexual regular, sin embargo, la realidad es que no siempre se puede debido al estrés, poco tiempo para el ocio o incluso la crianza de hijos. Por lo mismo, ¿cómo podemos saber cuándo nuestro cuerpo necesita sexo?

Con ayuda del portal de salud especializado, Salud 180, te dejamos 6 señales que podrían advertirte que necesitas tener relaciones sexuales.

1.- Fantaseas durante el día: Debes saber que muchas veces estas son representaciones mentales creadas por nuestro inconsciente, y que en este caso tienen como tema principal el sexo.

2.- Mal humor: A veces expresamos nuestra falta de sexo a través de actitudes de enojo o estallando ante cualquier discusión con tu pareja, sobre todo si no lo has comunicado.

3.- Piensas frecuentemente en sexo: Transformas el sexo en prácticamente un objetivo y crees que podrás sentirte liberado o liberada solo cuando lo cumplas.

Ang Sherpa (CC) Flickr
Ang Sherpa (CC) Flickr

4.- Atracción sexual: Acá se incluyen aspectos cognitivos, afectivos y neurobiológicos, complementados por factores internos y externos. Eso sí, cuidado cuando sientas atracción por una persona que ya conoces y antes ni mirabas, pues eso puede ser indicio de que algo falta, sobre todo si tienes pareja.

5.- Masturbarse reiteradamente: Si bien es una práctica que puedes vivir tanto solo como en pareja las veces que estimes necesario, pues ésta permite la autoexploración y el autoerotismo, también debes saber que sirve como un escape a una tensión sexual, que puede estar relacionada con tu pareja.

6.- Buscas constantemente la estimulación sexual: La excitación viene a ser la primera parte de la respuesta al sexo, ya sea por tacto o vista. Como esta sensación es placentera, se debe entender que cuando se busca de manera constante, puede delatar un deseo sexual que se está incrementando.

¿Qué dicen los expertos?

Diversos estudios también han asegurado que existen distintas señales que puede manifestar tu cuerpo en el caso que tu actividad sexual no sea recurrente. Por ejemplo, Sara Sandberg-Thoma, investigadora de la Universidad estatal de Ohio, señaló que “una vida carente de sexo ocasiona deterioro mental, emocional e incluso puede acarrear depresión o hasta ideas suicidas”. La falta de sexo también puede estar relacionada con insomnio, lo que desencadenaría otros cuadros como baja concentración, irritabilidad, y fatiga. La piel también se ve afectada, pues uno de los beneficios del sexo es el aumento de la circulación sanguínea y la oxigenación, factores que benefician directamente nuestra piel, haciéndola lucir más lozana.

En este contexto, el psicólogo y vicepresidente de la Sociedad Chilena de Psicología Clínica, Giorgio Agostini, señaló a Página 7 que efectivamente nuestro cuerpo manda señales como respuesta a la no-satisfacción del deseo sexual, aunque hizo la distinción entre una relación sexual-afectiva y una meramente carnal.

Hay evidencia científica que demuestra que cuando alguien tiene relaciones sexuales en un contexto de relación amorosa, implica una satisfacción también emocional y que no es lo mismo cuando se tiene una actividad sexual genital pura, que es el mero coito que produce satisfacción a nivel hormonal y que produce relajación y sensación placentera“, indicó.

En este punto, también explicó que la carencia de actividad sexual se manifiesta de forma diferente en el hombre y la mujer. “El hombre que no tiene relaciones sexuales o satisface su deseo sexual, empieza a tener erecciones matutinas y muchas veces comienza a sufrir dolor testicular por acumulación de testosterona. Además se vuelve más nervioso y experimenta ciertos dolores físicos”, detalló.

En el caso de la mujer, su deseo sexual aumenta en la mitad de su ciclo reproductivo. Además, suele “andar más irritable y susceptible frente a cualquier situación (…) De hecho, muchos hombres tienden a confundirlo con que andan con el síndrome premenstrual, pero no es así”, concluyó.