Sin lugar a dudas, el sexo forma parte fundamental en una relación amorosa, tanto a nivel físico como emocional. Sin embargo, hay veces en que en las relaciones se sobrepasan los límites de lo permitido y obligan a sus parejas a efectuar actos íntimos con los que no están de acuerdo, o sencillamente, no quieren realizar.

Hablamos del abuso sexual en la pareja, conocido formalmente como “violación matrimonial”, aunque en la actualidad se extiende a todas las relaciones amorosas. Éste consiste en la realización de actos sexuales “sin consentimiento entre una mujer y su marido, ex marido, o compañero íntimo de largo o poco tiempo”, indicó la enciclopedia educativa EcuRed.

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Estos actos pueden ser de variada índole, por ejemplo, forzar el pene u objetos en la vagina, ano o boca de la mujer; o realizar una felación al hombre sin consentimiento de éste, entre otros.

Durante muchos años, este tipo de abuso sexual en la pareja ha permanecido como tema “tabú”, del cual rara vez se habla. Lo anterior puede deberse, principalmente, a que las personas suelen normalizarlo diciéndose a sí mismas que actitudes como éstas “están bien”, o que “deben cumplirse” para satisfacer a sus parejas.

Esta realidad que viven muchas personas fue graficada de cruda manera en un nuevo corto, creado por la cineasta francesa de 25 años Chloé Fontaine, quien escribió, produjo y actuó en el material titulado “Soy Ordinaria”. En el video, que dura dos minutos, la joven expone una situación en la que se ve forzada a complacer sexualmente a su insistente novio en el marco de una noche de películas en casa. Paradójicamente, la cinta que el hombre quiere ver es Irreversible (2002), un fuerte drama francés protagonizado por la actriz Mónica Bellucci que se centra en una horrible violación.

La motivación para el corto nació a raíz de una discusión entre Fontaine y una amiga, según consignó el medio nacional BioBioChile. “Me contó que una noche, al volver a casa con su pareja, todo iba bien hasta que se fueron a la cama. Él quería hacer el amor, ella no. Se puso a insistir, más y más. Ella siguió diciéndole que no le apetecía. Y él insistía. Ella me dijo: ‘Yo no quería nada, pero era la única solución para que me dejara tranquila, ¿no?”. La cineasta le dijo que eso era una violación, pero su amiga se negó a aceptarlo. “No puede ser una violación. Es mi novio”, le respondió ella.

Luego de ese episodio, Fontaine encontró varios casos de abuso sexual en la pareja y se motivó a realizar su corto, dejando en evidencia que la violación puede ser parte de la vida de muchas personas sin que éstas se den cuenta.

A continuación, te dejamos con el corto protagonizado por la propia Fontaine.