Una inspiradora historia de amor que demuestra que todo es posible, fue la que vivieron dos jóvenes que estaban destinados a estar juntos a pesar de la gran distancia que existía entre ellos.

Todo comenzó en hace 18 años, cuando un niño estadounidense llamado Tyrel Wolfe, envió un regalo solidario con destino a Filipinas, en el marco de una actividad de caridad navideña.

El obsequio que incluía artículos escolares y una foto de Wolfe, fue recibido por una niña filipina llamada Joana Marchan, quien quedó fascinada con el presente. En agradecimiento, le escribió una carta al niño, la cual nunca llegó a leer.

No obstante, Marchan no se dio por vencida, y un año después intentó contactarlo por Facebook. Desde ese momento comenzaron a hablar y la conexión amorosa entre ellos fue inmediata, ya que compartían muchos intereses, tal y como consigan el sitio People.

Tras pasar casi dos años hablando por la red social y haciendo videollamadas, Wolfe decidió viajar a Filipinas por 10 días, exclusivamente para conocer a la joven. “Sabía que estaba arriesgando mucho en ese viaje (…) A eso sumaba que estaba conociendo a alguien por primera vez”, comentó al sitio.

Tyrel Wolfe | Instagram
Tyrel Wolfe | Instagram

“Cuando llegué a Filipinas y la vi, tuve que darme golpes porque sentí que estaba soñando. Me sentí inmediatamente atraído hacia ella”, expresó el joven. Sin embargo, se dio cuenta que la vida de la muchacha era muy diferente a la suya. En la casa de Marchan vivían 8 personas y era de 3 por 6 metros, no existían lujos como los que tenía en Estados Unidos. A pesar de eso, el amor fue más fuerte.

Transcurridos los 10 días, el joven debía volver a Estados Unidos, no obstante, querían establecer una relación seria con Joana, para eso, debía pedirle la mano a sus padres, tal y como rigen las tradiciones del país.

En noviembre de 2013, el joven volvió a Filipinas para pedir la aprobación de la relación a su suegro, quien aceptó la proposición, siempre y cuando se casaran cuando fueran más adultos. No obstante, Tyrel pasó cerca de 6 meses convenciendo a sus padres de que ella era “la mujer de su vida”, por lo que ambas familias aceptaron la unión.

Joana Marchan
Joana Marchan

Luego de que la joven recibiera la visa de residencia en Estados Unidos, ambos se casaron el 5 de octubre en el rancho de la familia Wolfe en Midville, en una ceremonia donde asistieron 100 personas. Actualmente tienen un hijo y viven un hermosa historia de amor gracias al destino.