Una inspiradora historia de un pequeño niño ha dado la vuelta al mundo, puesto que ha demostrado que nunca hay que darse por vencido.

Se trata de Dylan Askin, quien cuando tenía 2 años sus padres lo llevaron de urgencia a un hospital de Derby (Inglaterra) porque le costaba mucho respirar. Y fue en ese momento que los médicos le dieron un poco alentador diagnóstico: histiocitosis pulmonar de células Langerhans, un extraño tipo de cáncer.

Esta enfermedad se da en uno en un millón y su estado era grave: sus pulmones estaban cubiertos de quistes y colapsados en un 80%, situación que lo llevó a un coma, según consignó el medio argentino El Clarín.

En la Pascua de Resurrección de 2016, en Viernes Santo, sus padres lo bautizaron en el hospital y habían tomado la decisión que el sábado lo iban a desconectar del respirador que lo mantenía con vida, no obstante, algo milagroso sucedió: Dylan despertó.

Pero eso no es todo, ya que hace algunos días el pequeño, quien ahora tiene 4 años, fue dado de alta y pudo regresar a su hogar, puesto que tras dos años de lucha logró vencer el cáncer lo que afectaba, convirtiéndose así en una fuente de esperanza para muchos.

“Los aparatos conectados a Dylan estaban al máximo. Y él seguía sufriendo. Los médicos nos dijeron que no iba a volver a casa y toda su familia fue el Viernes Santo a despedirse, incluyendo su hermano mayor”, comentó Kerry, la madre de Dylan al medio británico Daily Mail.

Finalmente, la historia de esta familia ha emocionado a muchos y decidieron hacerla pública a través de una campaña para recaudar dinero para la ONG Clic Sargent, organización que ayuda a familias que deben enfrentar el cáncer infantil.