Cada cierto tiempo nos encontramos con diversas historias en redes sociales protagonizadas por personas excepcionales que logran cautivar a los cibernautas con su realidad.

La inmigración es un tema no menor para nuestro país, tomando en cuenta que en los últimos años han sido miles de extranjeros los que han visto en Chile una posibilidad de construir un futuro mejor para ellos y sus familias.

En este sentido, Venezuela es uno de los países que lidera la tasa de inmigración en nuestro país, y aunque algunos no vean con buenos ojos este tema, lo cierto es que es una realidad que está ocurriendo y testigo de ello podemos ser a diario.

Tal como lo fue Andrea Eliaus, una chilena que publicó en su cuenta de Facebook un conmovedor testimonio tras una experiencia que vivió un local de Starbucks en Santiago.

A la mujer le llamó mucho la atención la amabilidad de un hombre que trabajaba en aquella cafetería, sin embargo, cuando descubrió un poco más sobre él, también supo que era un académico con varias publicaciones a su haber.

Hoy estando en Starbucks de la calle Suecia se me acercó uno de los señores que trabajan acá y muy alegre me dijo: ‘¿sabe cómo me llamo?’ mostrándome su placa la que decía ‘Feliz’. ‘Sí’, me dijo: ‘me llamo FELIZ””, comienza diciendo Andrea en su relato.

Luego, agregó que el señor tenía alrededor de 65 años y que notó por su acento que era venezolano, a lo que él respondió que sí y que venía a Chile a servir y no ser servido. “Todo con una sonrisa tan grande que iluminó todo el local)”, detalló.

Claro que lo más impactante vendría después, cuando Andrea se entera de quién es realmente “Feliz”. “¿Saben quién es este señor ‘Feliz’ que hoy atiende mesas en Starbucks? Se llama Félix Manuel López Morales. Licenciado en docencia y quien ha escrito varios libros sobre el ABC de la revolución en la metodología. Hoy está en Chile arrancando de Venezuela”, explicó Andrea.

En su relato, la joven también comenta que se tomó el tiempo de escribir para poder dar a conocer un lado desconocido de la inmigración, tema que no todos ven con buenos ojos. “Ojalá llegaran más personas como don Félix a enseñarnos con su humildad que el trabajo dignifica. Señores: los extranjeros NO nos quitan los trabajos. Hay trabajo para todos, el tema es que el chileno no quiere ‘desperfilarse’ y trabajar en algo que considera de una posición más baja a la que cree que le corresponde. ¡Bienvenido Don Félix!, ojalá los chilenos estemos a su altura”, puntualizó la mujer.

En conversación con BioBioChile, Andrea insistió en que fueron varias cosas las que la motivaron a compartir esta historia. “Primero su alegría y cordialidad cuando se acercó”, y luego que acá “en Chile no estamos acostumbrados a un buen servicio y tampoco que nos atiendan en estos lugares gente más grande”.

También comentó que “la valentía y alegría de una persona que a pesar de estar lejos de su país haciendo una actividad que no es la suya, demuestra tanta grandeza aún cuando a su edad no es fácil partir de nuevo”.

Por último, fue honesta al señalar que los chilenos no siempre éramos comprensivos con los inmigrantes y que no pensábamos en lo que ellos sufren al dejar su país, su familia y su vida para “buscar nuevas oportunidades”, cerró.