Parecido al reto de la ‘ballena azul’, el ‘Momo Challenge” comenzó a viralizarse como una cadena de WhatsApp en la que un espíritu o extraño ente proponía distintos desafíos tras enviar un mensaje.

El evidente peligro advirtió a las autoridades de todo el mundo, pues agregar un número desconocido pone en peligro la privacidad y expone a menores a contenidos perturbadores, y violentos.

Lo cierto es que la imagen de Momo es una escultura elaborada por el artista japonés Keisuke Aiso, quien la expuso en la Galería Vanilla de Tokyo (Japón) en 2016, donde no llamó mucho la atención.

Según consigna el medio británico The Sun, Aiso aseguró que la forma en que se usó la figura de Momo fue desafortunada. Esto, luego que la escultura apareciera en diversos videos de YouTube de contenido para niños, como Peppa Pig, incitando a conductas violentas.

Creé esta obra de arte hace tres años y en el momento en que se expuso en la galería no recibió mucha atención, por lo que en ese momento me decepcionó mucho“, confesó el autor. “Así que cuando apareció Momo por primera vez, fue bueno en cierto modo que había recibido algo de atención. Me complació (…) Pero la forma en que se ha utilizado ahora es muy lamentable”, agregó.

Aiso afirmó que: “La gente no sabe si es verdad o no, pero aparentemente los niños se han visto afectados y me siento un poco responsable por ello“.

Ante esta situación, el artista japonés aseguró que Momo ya no existe. “Nunca fue pensado para durar”, dijo, agregando que estaba podrida y la desechó en la basura. “Los niños pueden estar tranquilos. Momo está muerta, ella no existe y la maldición desapareció“, finalizó