El pan es uno de los alimentos más consumidos en Chile, el que conquista a grandes y chicos, y es un infaltable en cada una de las comidas.

Al desayuno, a veces para acompañar una rica sopa, y en la once, el pan es el acompañante estrella.

Es por lo mismo que muchos se preocupan de su conservación, para que no pierda sus apetecidas cualidades, como por ejemplo la esponjosidad.

Es en este escenario que existen varias alternativas, una de ellas es guardarlo en bolsas de plástico, ya que de este modo se evita que el pan se ponga duro.

Sin embargo, de acuerdo a expertos, todo este tiempo lo hemos estado haciendo mal, ya que el plástico no es la mejor opción.

Guardarlo en una bolsa plástica es un error, ya que aunque permite que el pan se mantenga más blando, este sistema de almacenamiento es el que más genera hongos, según explicó Natalia Araos, jefa de la carrera de gastronomía de AIEP.

“En el momento que sale del horno (el pan) comienza a tener cambios. El primero es que empieza a perder aroma, ya que cuando sale del horno tiene un olor súper fuerte, y es cuando uno dice: ¡Qué rico el pan! Pero después de esto existe una distribución de la humedad. Los almidones se comienzan a cristalizar de manera inmediata y eso provoca que el pan se vaya resecando”, comentó la profesional, según consignó Las Últimas Noticias.

Además agregó que: “Se va endureciendo la corteza y la miga; el tercer día comienza la descomposición de los almidones, el pan se empieza a poner más blanco, y le salen hongos que a veces no son perceptibles al ojo humano”.

En este sentido aseguró que este tipo de hongos no resultan tóxicos para la salud, pero no recomienda consumir el pan después de cinco días de su elaboración, ya que ahí inicia la aparición de hongos más visibles, que sí pueden dañar la salud.

Ante esto Agustín Sastre, académico de la carrera de Dirección y Gestión de Artes culinarias de la Universidad Finis Terrae, asegura que la mejor alternativa es utilizar una bolsa de género.

“Le permite respirar y conservar su humedad en su interior (al pan), en vez de que esta pase de la miga a la corteza. Tapar el pan con un paño de cocina limpio es una buena opción para mantenerlo mejor al aire libre. Se debe conservar en un lugar fresco, seco, a temperatura ambiente, pero alejado del sol. El pan de molde se puede guardar en su bolsa en el refrigerador, donde aguantará en perfecto estado siempre y cuando respetemos la fecha de caducidad”, señaló.

Otra gran alternativa para mantener en buenas condiciones el pan es congelarlo, aunque se deben seguir algunas recomendaciones.

Debe ser “en una bolsa de plástico cerrada herméticamente o en papel de aluminio. Una vez descongelado no se podrá volver a congelar”, manifestó Sastre.

En este sentido es recomendable mantenerlo en estas condiciones no más allá de tres semanas, y para descongelarlo se debe utilizar el horno eléctrico o a gas, ya que el microondas no permite que el pan recobre sus propiedades.