Científicos estadounidendes aseguran que con solo oler la comida chatarra por 2 minutos, las ganas de arrasar con una hamburguesa o una pizza con doble queso, desaparecerían.

Según describe el medio británico Daily Mail, la investigación concluyó que con tan solo oler comida grasosa, nuestro deseo de comerla se iría, sin embargo, debes tener bastante fuerza de voluntad.

El estudio determinó que los primeros 30 segundos olfateando la comida serán, sin duda, los más difíciles, ya que nuestras ganas de ingerir ese alimento se incrementarían, no obstante, rompiendo esa barrera comenzaremos a experimentar una cierta sensación de saciedad que, a su vez, hará desaparecer nuestro deseo de comer.

Los expertos tras esta investigación fueron más allá e incluso aseguraron que el simple olor de la comida, podría ser la clave para acabar con uno de los problemas de salud más importantes del siglo: la obesidad.

El profesor Dipayan Biswas, autor del estudio, explicó al diario que “el olor ambiental puede ser una herramienta poderosa para resistir los antojos de alimentos indulgentes”. Al parecer el secreto estaría en lo fuerte e invasivo del aroma, algo característico de los productos altos en grasas saturadas.

Por otra parte, Biswas, mencionó que los adolescentes que participaron del estudio, tras oler comida chatarra manifestaron ganas de consumir frutas y/o vegetales.

Cierto o no, quizá es una buena técnica de poner a prueba nuestra fuerza de voluntad.