La historia de Brian, un adolescente chileno virgen de 16 años, se hizo conocida en todo el mundo luego que ganara un concurso que le permitiría ir gratis a una fiesta denominada “Isla del sexo” durante cuatro días en el Caribe.

El joven que reside en Estados Unidos junto a su familia, no podía creer la oportunidad que se le estaba presentando, y pese a que su madre fue la primera en oponerse a que viviera esta experiencia, el respaldo de su padre fue suficiente para que pudiera emprender esta travesía.

De hecho, ni siquiera el anuncio de deportaciones por parte del país donde se ubicaría esta isla secreta, Trinidad y Tobado, pudo frenar los impulsos del chileno, quien tras vivir esta intensa experiencia, conversó con el medio inglés Daily Mail para contar lo que ocurrió.

En aquella entrevista, Brian aseguró que “fue increíble, tan maravilloso que quiero llorar de solo pensar en ello”. Pero eso no fue todo, ya que al parecer lo que vivió con una de las mujeres lo marcó tanto, que ahora desea casarse con una de ellas.

Su nombre es Andrea y además de destacar sus “habilidades sexuales”, piensa que serían una buena pareja. “Me enamoré de ella. Quiero que sea mi polola, me trata muy bien (…) quiero que nos casemos, y ella dice que quiere venir a vivir a los Estados Unidos. Guardé su número y espero verla de nuevo pronto“, indicó.

Experiencia inolvidable

Al evento que se vivió entre los días 14 y 17 de diciembre, asistieron cerca de 50 hombres que pagaron millonarias sumas de dinero para disfrutar de sexo sin límite, alcohol e incluso drogas. En el caso de Brian, él ganó su boleto al comprar mercancía del sitio web con la tarjeta de crédito de su mamá.

“Tuve sexo por primera vez, probé alcohol por primera vez y consumí drogas por primera vez”, comentó el joven, agregando que si bien al principio estaba muy nervioso, fueron los otros hombres del grupo quienes lo ayudaron y calmaraon. “Se convirtieron en una familia para mí”, dijo sobre ellos.

Por último, aseguró que cuando vuelva al colegio le mostrará los registros a todos sus compañeros, principalmente a aquellos que lo molestaban. “Quiero que todos los niños que se reían de mí vean el hombre en el que me convertí. Yo tuve dos chicas y ellos ninguna“, sentenció.