Chris Wenzel era un apasionado tatuador pero, lamentablemente, el pasado 29 de octubre falleció producto de una colitis ulcerativa, una enfermedad intestinal inflamatoria que recubre el recto y el colon.

El hombre —que tenía solo 41 años años— estaba lleno de tatuajes y, como sabía que iba a morir, le pidió a su esposa Cheryl una insólita petición antes de su partida: que conservara su piel tatuada, y lo está cumpliendo.

La viuda reveló que enmarcará la piel de su difunto esposo para exponerla públicamente y para que todos —incluyendo sus hijos y nietos— vean sus tatuajes. “Solía decirme que los tatuajes se llevan con uno hasta la muerte”, comentó Cheryl.

Pero esta extraña hazaña no salió nada barata. Lo anterior, puesto que la mujer tuvo que desembolsar cerca de 70 mil dólares para lograr el objetivo, es decir, aproximadamente 46 millones de pesos chilenos.


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La empresa que está a cargo de este insólito proceso se llama Save My Ink Forever. Esta se especializa en retirar la piel mediante un proceso quirúrgico y luego someterla a un tratamiento químico para que se conserve la piel y los tatuajes, según consignó el portal La República.

Finalmente, este proceso se demorará aproximadamente 3 meses, ya que Chris Wenzel tenía una gran cantidad de tatuajes en su cuerpo.