La princesa Ana del Reino Unido, única hija de la reina Isabel II y de su consorte, el príncipe Felipe de Edimburgo, pisará suelo chileno dentro de las próximas semanas.

La princesa real, quien es la decimotercera en la línea de sucesión al trono, llegará a nuestro país acompañada de su segundo esposo, el vicealmirante Timothy Laurence, de acuerdo a lo informado por el sitio oficial del gobierno británico, según consignó Biobiochile.

El motivo de la visita real tiene que ver con la participación en distintos eventos del aniversario 200 de la Armada de Chile, los que están programados para las últimas semanas de noviembre y las primeras de diciembre. La fecha exacta de su arribo aún no se define.

Estamos encantados que la princesa visite Chile en noviembre. Celebraremos la relación de extraordinaria calidez entre nuestros países que se remonta a los primeros días de la República. 1818 no fue solo el año de la fundación de la Armada de Chile, sino también la llegada del Almirante Lord Cochrane”, afirmó el embajador británico en Chile.

Asimismo, detalló que su “Alteza Real también asistirá a varios eventos para conmemorar este momento histórico y los vínculos entre nuestras Armadas que comenzaron con la llegada de Lord Cochrane”.

Gareth Fuller | Pool | AFP
Gareth Fuller | Pool | AFP

Cabe señalar que esta es la tercera vez que la princesa Ana visitará nuestro país, pues ya lo había hecho en 1991 y 2007. En aquellos viajes recorrió Santiago, Valparaíso y Punta Arenas.

La vida de la princesa no ha estado exenta de polémicas, pues tras casarse en 1973 con el capitán Mark Anthony Phillips, en una ceremonia televisada para todo el mundo en la abadía de Westminster, y de cuyo matrimonio nacieron sus hijos Peter Phillips (40) y Zara Tindall (32), se divorció a los 18 años.

Ese mismo año, en diciembre, se volvió a casar con quien es su actual esposo. Aquella ceremonia se realizó en la iglesia de Crathie Kirk, en la localidad de Crathie, Escocia, debido a que allí se permitía la unión religiosa de personas divorciadas.

Otro dato curioso es que siempre ha sido una fanática de los caballos, tanto así que compitió en los Juegos Olímpicos de Montreal en 1976 por el equipo británico. Una década más tarde fue presidenta de la Federación Ecuestre Internacional (FEI) hasta 1994, entregándole el cargo a la infanta Pilar de Borbón.