La familia real crece y crece con el embarazo de Meghan Markle. Sin embargo, la mujer no puede vivir este momento como cualquier persona, ya que hay ciertas reglas que se lo impiden.

La llegada del bebé fue muy esperada desde que Meghan Markle se casó, un sueño que hoy se convierte en realidad.

Entre las restricciones que tiene la duquesa, se encuentran no revelar el género del bebé, salvo para los padres y la Reina Isabel, una situación que para muchos podría ser muy complicada al momento de elegir la decoración de su cuarto o la ropa que usará, algo que no debería ser problema para ella y su esposo.

Otra de las reglas está relacionada con viajar ya que, según consignó el sitio Biut, debe tener extremo cuidado con su embarazo, por lo que debe reducir los viajes y permanecer dentro del palacio de Kensington.

Elegir el lugar de nacimiento

La duquesa de Sussex no puede elegir el lugar donde nacerá su hijo(a). Además, el famoso Baby Shower, es una tradición que Meghan no podrá realizar, ya que sería muy lujoso y poco apropiado según Victoria Arbiter, experta en protocolo. El poder adquisitivo de la pareja les permite comprar ellos mismos lo que deseen.