Una joven madre y periodista, preocupada por el extremo consumismo en cuanto a los juguetes infantiles, se llevó una desagradable sorpresa al marcar un número telefónico impreso en uno de estos aparatos.

Fue a través de Facebook que Brianna Bell, de origen canadiense, narró su experiencia con este tipo de juguetes, señalando que los encontraba “flojos” y que solo se creaban para promover el consumismo “con poca reflexión sobre el impacto ambiental, y con desprecio y falta de respeto por el pequeño consumidor que los quiere”.

En este contexto, en el hemisferio norte, uno de los juguetes que está causando furor es el Poopsie Slime Surprise, un contenedor cilíndrico de sorpresas, envuelto por un plástico con animaciones en las que figura un unicornio de muchos colores. Son cerca de 20 sorpresas las que tiene este aparato, y entre ellas están los polvos y accesorios para crear el alimento del unicornio, quien una vez lo coma, lo eliminará como si fuera al baño.

Bell señaló que sus hijos estaban “locos” por tener uno, y decidió adquirirlos solo como un regalo de Navidad. “Y uno de los pequeños, ya que los grandes superan los 75 dólares“, dijo, es decir, más de 50 mil pesos chilenos.

Además, hace algunos fines de semana su hija mayor recibió uno de éstos en una pijamada, y al verlo en vivo, comentó que “sinceramente, es el peor juguete que he visto en mi vida. Es un plástico demasiado caro”.

Fue en ese entonces que se percató de un número telefónico impreso en la caja y quiso llamar para saber de qué se trataba, pues probablemente un niño grande querría hacerlo también. En ese momento se llevó una insólita y desagradable sorpresa, pues si bien ella pensó que podría tratarse de alguna línea telefónica con información útil o que te llevaría a conocer otros dibujos animados, resultó ser todo lo contrario.

Marqué el número y escuché una voz grabada en la otra línea, y gemidos. El número me comunicó con una línea porno“, explicó, junto con una fuerte advertencia. “Y esto, padres, es por lo que no puedo soportar los juguetes de moda, especialmente estos. Son personas que se llevan nuestro dinero sin pensar y ni siquiera se toman el tiempo para advertir las consecuencias de poner un número como este en su juguete“, sentenció.

Finalmente, agregó que su motivación era para advertirle a otros padres, y al parecer lo consiguió, ya que la mujer recibió decenas de comentarios lamentando su experiencia y su relato fue compartido cientos de veces.