Lo que le ocurrió a Elizabeth Eden el día que nació su hija no lo olvidará jamás, ya que nunca se imaginó algo así.

Resulta que la estadounidense fue a tener a su bebé, sin embargo y como es normal, le hicieron exámenes que arrojaron positivo para opiáceos.

“Estaba en trabajo de parto. Estaba sentada en la cama. Tenía contracciones. Estaba tomando goteo de pitocina, y el médico vino y me dijo: ‘Han dado positivo por opiáceos”, señaló a WBAL-TV.

El problema fue que ella comió al desayuno un panecillo con semillas de amapola las que contienen trazas de morfina.

Pero eso no es extraño, ya que algunos estudios señalan que con una cucharadita de las semillas pueden marcar positivo un examen.

Cabe señalar además que con ese test se intenta detectar a la mayor cantidad de consumidores.

Por este motivo, lamentablemente la hija de Eden, Beatrice, tuvo que permanecer en el hospital durante cinco días y a su madre se le asignó un asistente social para un chequeo en el hogar.

Afortunadamente con el tiempo todo se aclaró, aunque ella espera que no le ocurra a ninguna otra embarazada.