La siguiente historia tiene de todo, cosas extrañas, extremas y extravagantes. Y es que Nick Griffiths protagonizó un caso que está dando la vuelta al mundo, y todo por ser parte de una de las carreras más salvajes del mundo: recorrer más de 160 kilómetros en la Antártica.

Este exmilitar se inscribió a la Yukon Artic Ultra, para competir en unos de los ambientes más hostiles del mundo. Pese a que se preparó y logró terminar la carrera, esto tuvo una consecuencia, Nick sufrió la pérdida de tres de sus dedos del pie, debido al frío.

Según lo consignado por el portal británico The Mirror, pese a que la tristeza de haber sufrido esta amputación, gracias a la información de una enfermera del hospital en el que se atendió en Canadá, pudo darle un nuevo uso a sus falanges.

Esta trabajadora le explicó que en el Dowtown Hotel en Dawson reciben dedos congelados para preparar uno de sus más extraños, y para muchos asquerosos, tragos: el Surtoe. Este cóctel consiste en un licor destilado que se sirve con estas partes del cuerpo congeladas, tal como si fueran hielos.

Como Griffiths no tenía más opciones, aceptó feliz poder donar sus dedos a este bar, para darle un nuevo uso. En este lugar los preservan hasta que los sirven en este trago, donde ya son cientos de personas las que se han unido a esta cuasa.

Aunque pueda parecer grotesco, ya más de 100 mil personas han probado este trago en el Dowtown Hotel y se han sometido a este particular desafío, donde la regla es “puedes beber rápido o lento, pero tus labios deben tocar el dedo”.

¿Te atreverías a tomar este extraño cóctel?