¿Te ha gustado tanto una canción que no puedes dejar de escucharla, pero llega un momento en que te termina aburriendo? Aunque no lo creas, este fenómeno tiene una explicación científica.

Happy de Pharrell Williams, el Gangnam Style de Psy o el hit Despacito de Luis Fonsi, son ejemplos claros de esas canciones que alguna vez nos encantaron y que ahora no podemos volver a escuchar.

Según el neurocientífico consultado por el diario británico Independent, la respuesta de este fenómeno se relaciona directamente con el comportamiento de nuestro sistema nervioso ante el estímulo reiterativo de una melodía.

El cerebro funciona de dos maneras cuando escuchas la canción que te gusta. Una parte se activa al anticipar la sección favorita de la melodía, y una vez en ella, la otra parte del cerebro genera una explosión de endorfinas.

De este modo se cree que cuanto más conoces la pieza musical, menos entusiasmado estará tu cerebro al anticipar esa sensación, por ende la liberación de endorfinas se reducirá a casi cero.

“Los experimentos han demostrado que la apreciación disminuye una vez que la novedad de una pieza musical ha desaparecido, y que a menudo nos aburrimos con una canción que se ha vuelto demasiado familiar “, señaló el experto en la psicología de la música, el Dr. Michael Bonshor de la Universidad de Sheffield.

De acuerdo con este principio, Bonshor señala que la música más compleja tendrá más posibilidades de perdurar en el tiempo, ya que será más desafiante y retendrá el interés de los oyentes. El especialista señala el ejemplo del tema Bohemian Rhapsody del grupo Queen.

“La popularidad de larga data de esta canción se puede explicar por su complejidad armónica, rítmica y vocal. A los seis minutos de duración, inicialmente tomó a muchos oyentes por sorpresa, ya que tuvo un enfoque innovador que no siguió las normas musicales prevalentes de la época“, afirmó el especialista sobre este caso contrario al fenómeno.

Finalmente el experto enfatiza en que si la música no es lo suficientemente estimulante para el oyente, pronto se perderá el interés y el estado de “fluidez”, el cual responde a la sensación de experiencias agradables.