Francis Martin Drexel fue un pintor austriaco que, a mediados de 1820, decidió recorrer América con la finalidad de inmortalizar en el lienzo a los líderes del movimiento libertador que emancipó a los pueblos del reino de España.

Sus retratos más conocidos son el de José San Martín, Simón Bolivar y el del mariscal, Antonio José Sucre, pero una de sus obras ha generado gran duda por el enorme parecido que tendría con Bernardo O’Higgins.

La situación podría ser esclarecida gracias al diario del artista, documento que se encuentra en “The Drexel Collection”, un museo situado en Filadelfia (Estados Unidos), y que entre sus páginas entregó lo que sería una pista crucial descubierta por el arquitecto e investigador autodidacta Pedro Encina.

El único momento en que coincidieron Drexel y O’Higgins fue en 1827 en Lima, Perú, cuando vivía en el exilio”, afirmó Encina a Las Últimas Noticias, luego de su reveladora visita al lugar que guarda la obra pictórica de Drexel.

La pintura muestra a un personaje de pelo rizado, abultadas patillas, piel en tonalidad rosa, y un uniforme militar con charreteras, aunque con una expresión diferente. En esa fecha el libertador chileno tenía 49 años.

Santiago Nostálgico (cc) | Flickr
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Según la historiadora Catalina Valdés, doctora en la Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Sociales, Francia, explicó que el diario corresponde a un documento que el artista austriaco redactó mientras recorría el nuevo continente, desde 1826 hasta 1830 y se divide en tres partes. La primera describe las situaciones vividas; la segunda contiene los gastos que hizo; en la tercera parte anotó todos los retratos que realizó.

Es en el último apartado donde destaca el nombre del General O’Higgins, quien habría sido inmortalizado por el pintor el 16 de abril de 1827, según indican las anotaciones. “De ser O’Higgins, se trataría de un retrato distinto a los demás”, sostiene Valdés.

Santiago Nostálgico (cc) | Flickr
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“Los (cuadros) de Gil de Castro, por ejemplo, son retratos oficiales donde más que retratar a la persona se retrata al personaje. Y lo que se retrata es poder (…) En el retrato de Drexel, en cambio, aparece sin esos simbolismos, sin tanta grandeza mitificada y por lo tanto, aparece más la persona que el personaje”, agregó la historiadora.