Viktoria Demeshkina de Yekaterinburg, Rusia, reveló que fue obligada a renunciar a su trabajo de parvularia en un jardín infantil, tras los constantes alegatos de algunos de los apoderados del establecimiento.
De acuerdo a la información entregada por el diario británico The Sun, los padres de los niños creían que la mujer era demasiado ‘sexy’ para hacerles clases a sus pequeños.
La polémica comenzó cuando uno de ellos vio parte de sus fotografías en una red social, las que en su mayoría tendrían una connotación sexual, generando gran molestia entre los apoderados.
Una de las madres habló con el medio inglés afirmando que “accidentalmente entré a su cuenta de Instagram y vi las fotografías. Sus poses y su expresión facial tienen una connotación sexual que no es apropiada para nuestros niños. La forma en que ella mira y se viste afecta a nuestros pequeños negativamente“.
Tras ver las imágenes, la mujer se las mostró a otros apoderados y juntos decidieron realizar una queja formal contra la parvularia ante el jefe del establecimiento escolar, quien estuvo de acuerdo y como primera medida la obligó a borrarlas.
No obstante Viktoria se negó, ya que para ellas no son sexuales e indicó que sólo retratan momentos de su vida. “Yo no les veo nada malo”, puntualizó y agregó que jamás le mostró ninguna de esas fotos a sus alumnos.
Cabe señalar que tras rehusarse fue obligada a renunciar quitándole algunos beneficios laborales, como por ejemplo, los bonos extra mensuales, dinero que se les da a las educadoras en Rusia para compensar sus salarios mínimos. Finalmente, esta decisión la llevó a entregar su carta de renuncia.
