La crisis económica puede ser un momento difícil para muchas personas, pero no tiene que ser sinónimo de endeudamiento.

Según el estudio de la Comisión para el Mercado Financiero, el promedio de la deuda bancaria de las personas en el país alcanzó los 2,1 millones de pesos a junio de 2022.

La incertidumbre económica puede generar mucho estrés y preocupación, especialmente cuando se trata de finanzas personales.

En tiempos de crisis, puede ser tentador recurrir a préstamos y tarjetas de crédito para hacer frente a los gastos diarios, pero esto puede conducir a una espiral de endeudamiento difícil de salir.

Esta realidad afecta principalmente a los latinoamericanos, “no tenemos una educación financiera muy elevada y los chilenos no somos la diferencia. Al no estar educados financieramente, cometer errores es pan de cada día”, señala Pablo Acuña, CEO y Co- Fundador de Conomy.

“Según el Banco Mundial, el 40% de los Latinoamericanos estamos a una eventualidad de caer en la extrema pobreza. Una eventualidad puede ser una enfermedad, ser despedidos de nuestro trabajo o sufrir un accidente. Esto, básicamente, es porque no ahorramos”, agregó.

Para lograr finanzas saludables, es imprescindible el ahorro, suena algo casi imposible, pero cuándo se establecen metas, ya sean pequeñas, podrás comenzar a instaurar una costumbre y olvidarte de la tarjeta de crédito, esto motivará tu sentido de finanzas y podrás comenzar a encontrar cualquier meta y terminarla sin ninguna deuda de por medio.

El experto recomienda un paso a paso para partir:

1) Primero, armar un presupuesto personal, en este es importante separar tus gastos fijos como el arriendo, o lo que gastas en supermercado, cuentas básicas. Si ya tienes deudas es importante tomar las cuotas de las mismas como gastos fijos.

Por otro lado, tienes todos tus gastos variables, que son los que podrías evitar por ejemplo comprar ropa, pedir comida, salir a un bar con tus amigos, y todos los gastos que podrías dejar de hacer sin tener un problema.

2) Identificar tus ingresos mensuales: si tus ingresos mensuales son más altos que tus gastos fijos y variables, estás listo para comenzar a ahorrar. El problema es que esto no suele ser así. En el caso que tus gastos sean mayores a tus ingresos hay que empezar a recortar gastos.

3) Los gastos fijos son mucho más difíciles de bajar en el corto plazo, por ejemplo cambiarte a un departamento o casa más pequeño no lo vas a hacer de la noche a la mañana, pero dejar de comprar café en la oficina, o dejar de pedir comida todas las semanas sí puedes cambiarlo rápidamente.

Ante una economía volátil es necesario comenzar a crear una cultura de ahorro, que entre otras cosas, permita tener una proyección sostenible en el tiempo y pasar por momentos altos y bajos.

Esto no solo te mantendrá financieramente estable, sino que los aspectos de salud mental respecto a una tranquilidad, permitirá seguir creciendo.