Este martes se confirmó que la joven que aseguraba ser Madeleine McCann, Julia Wendell, en realidad no era la niña que desapareció en 2007.

La información se dio a conocer luego que se revelara que el test de ADN de la polaca no arrojaba ningún parentesco con la familia de Maddie.

“Esta historia es mucho más complicada que una polaca queriendo llamar la atención. Ella realmente creía lo que estaba diciendo”, explicó Fia Johansson, la médium y representante de Julia.

Justamente, las dudas aparecieron hace unos días, cuando Wendell participó de El show del Dr. Phil, un clásico espacio de conversación de Estados Unidos.

En aquella entrevista, contó detalles respecto a su vida, pero evitó en todo momento hablar de su familia.

De hecho, dejó ver varios signos de ‘molestia’ a lo largo de la charla. Así lo señaló la experta en lenguaje corporal, Adrianne Carter, en conversación con el portal Daily Star.

“Julia se encoge de hombros de un lado cuando se le pregunta si su madre la dio a luz. Un encogimiento de hombros de un lado ocurre cuando no tenemos convicción o confianza en lo que acabamos de escuchar o decir”, partió diciendo.

“En este contexto de encogimiento de hombros unilateral, Julia no cree que su madre la haya dado a luz”, afirmó.

De hecho, la experta señaló que cada vez que le preguntaba a Julia sobre si familia creía que era fuera Maddie, evidenciaba enojo en su cuerpo.

“Le molesta que su familia diga que ella no es Madeleine (…) Vemos a Julia tragar cuando escucha la declaración de sus padres. Tragar es un gesto inconsciente cuando estamos estresados o temerosos”, sentenció.

Ahora bien, pese a que se confirmó que Julia Wendell no es Madeleine McCann, hay varias dudas respecto a su historia familiar.