A una joven de 20 años, de Florida, Estados Unidos; le extirparon un quiste ovárico del tamaño de una pelota de ejercicios, que pesaba casi 50 kilos.
Identificada como Allison Fisher, la mujer aseguró que la masa era tan grande que sentía “como si estuviera embarazada de diez hijos”, ya que no podía agacharse ni verse los pies.
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Oriunda de la localidad de Jacksonville, la joven comentó a la estación local News4Jax, que presentaba una serie de síntomas que relacionaba a un dolor de estómago e hinchazón, durante un año, sumado a un periodo menstrual que se extendió durante 12 meses.
Pese a ello, Allison decidió no buscar asistencia médica por el alto costo que podría significar, y esperó a que “desapareciera”.
No obstante, en 2021 su madre recibió el diagnóstico de cáncer, lo que la motivó a controlar el crecimiento de su tumor que se había convertido en un quiste ovárico gigante que necesitaba extirparlo quirúrgicamente.
Una extensa cirugía
Sin embargo, no fue hasta diciembre recién pasado que Fisher llegó de urgencia al hospital Ascension St. Vincent’s Riverside en Jacksonville, después de sufrir una hemorragia que fue tan grave que pensó que estaba teniendo una crisis, lo que hizo que los médicos determinaran entrarla a pabellón.
La cirugía se realizó mediante una técnica robótica mínimamente invasiva, y el equipo médico logró cortar y extirpar el tumor por partes.
El Dr. Martín Martino, quien estuvo a cargo de la operación, comentó al citado medio que “los tumores de este tamaño son extremadamente raros, así que tan pronto como conocí a Allison, supe que este sería un enfoque de equipo, y nuestro equipo estaba listo”.
Según explicó, el quiste medía 20 pulgadas por 20 pulgadas, aproximadamente del tamaño de una pelota de ejercicios o una sandía extra grande, y pesaba 104 libras (más de 46 kilogramos), lo que representaba una quinta parte de su peso corporal, considerando que Allison tenía una masa de 226 kilos.
Al mismo tiempo, los médicos lograron salvar la fertilidad de Fisher, porque durante la cirugía dejaron el ovario izquierdo libre de daños, pese a la masa que oprimía la zona.
Allison Fisher y cómo le cambió la vida la extirpación del tumor
Tras la operación, la joven de 20 años afirmó que la operación le “salvó la vida”, y le hizo sentir “como una persona” nuevamente.
“Bueno, para empezar, puedo ver mis pies nuevamente, y no podía hacer eso hace años. Me siento mucho más ligera. Me siento como una persona, puedo usar diferentes tipos de ropa, puedo hacer cosas que la gente normal puede hacer”, afirmó.
Asimismo, Allison manifestó que ahora está enfocada en hacer otras cosas como aprender a conducir, y cuidar su alimentación para poder someterse a una cirugía de bypass gástrico.
