Dos arqueólogos sugieren que un falo de madera hallado en la fortaleza romana de Vindolanda, podría no solo haber simbolizado protección o suerte, sino que habría sido usado como un antiguo consolador, según se detalla en un estudio publicado por la revista Antiquity.

El antiguo fuerte militar de Vindolanda fue construido alrededor del año 65 d.C en las cercanías del conocido Muro de Adriano (norte de Inglaterra), que separaba la zona de dominio del Imperio Romano de los “bárbaros” del norte.

Un falo de madera que plantea interrogantes

En este yacimiento, recién explorado en 1992, los arqueólogos encontraron una gran variedad de objetos, entre ellos, un falo de madera de unos 16 centímetros, el cual fue calificado como un elemento de poco valor arqueológico.

Inicialmente, se pensó que podría haber sido usado como un mortero, para moler hierbas medicinales, aunque no posee manchas ni decoloración.

Es posible que efectivamente haya simbolizado un pene de adorno que se exhibía frente a los edificios en la antigua Grecia y Roma, una práctica relativamente común.

Además, es probable que el objeto represente un amuleto para la buena suerte, que ahuyenta el mal de ojo al tocarlo, aunque no tiene signos de desgaste exterior.

Objeto fálico de madera
DW

Obejto fálico hallado en fuerte romano: un extremo está más desgastado que el otro

Sin embargo, tras realizar nuevos análisis más detallados y escaneos en 3D, los arqueólogos observaron que el extremo más delgado de la pieza está más desgastado, lo que sugiere que tuvo una función ligada al placer, como un consolador.

“Sabemos que los antiguos romanos y griegos usaban implementos sexuales; este objeto de Vindolanda podría ser el ejemplo de uno”, agregó Collins.

Hay que aceptar la existencia de consoladores en el pasado

No podemos estar seguros de su uso, contrariamente a la mayoría de otros objetos fálicos cuyo uso simbólico era claramente el de atraer la buena suerte“, subrayó el experto de la Universidad de Newcastle.

No obstante, los arqueólogos dicen que debemos “aceptar la existencia de consoladores y la manifestación de prácticas sexuales en la cultura material del pasado”.

Cabe señalar que en China se han encontrado consoladores de bronce de unos 2.000 años de antigüedad. El objeto destinado para el placer más antiguo descubierto data de hace unos 28.000 años.