María Carolina Geel fue una escritora chilena que protagonizó un impactante crimen, el que conmocionó a la sociedad santiaguina de mitad del siglo XX.

En el edificio que albergó al extinto Hotel Crillón, lugar de encuentro de intelectuales, políticos y parte importante de la sociedad de la época, la mujer asesinó a su amante.

En uno de los salones de té, motivada por la obsesión y el desamor, la autora de El mundo dormido de Yenia baleó al periodista Roberto Pumarino.

Georgina Silva Jiménez (su nombre verdadero), y el profesional, mantuvieron por largo tiempo una relación de amantes, consignó la sección Fallo Histórico del Poder Judicial.

Pumarino, padre de un pequeño niño, había enviudado recientemente, lo que fue visto por ella como una oportunidad para unirse como siempre había soñado.

Sin embargo, el comunicador eligió otra mujer para casarse, situación que la escritora no soportó.

El día del crimen

En abril de 1955 su vida dio un drástico giro, cuando se dirigió al Hotel Crillón para encarar al hombre que no la había elegido.

Entró al lugar, ubicado en calle Agustinas, en pleno centro de Santiago, donde lo vio sentado en uno de los salones de té.

La mujer sacó un revolver y con cinco disparos terminó con la vida del periodista, a quien, según sus propias palabras, era al que más amaba.

De acuerdo a crónicas de la época, María Carolina Geel se arrojó sobre su víctima, lo abrazó, besó, y exclamó entre los presentes cuánto lo quería.

María Carolina Geel, la escritora chilena que asesinó a su amante.
Captura | El edificio que albergó al extinto Hotel Crillón, ubicado en calle Agustinas, pleno centro de Santiago.

El indulto pedido por Gabriela Mistral

La escritora nacional fue condenada a tres años de cárcel por el homicidio, pena que no cumplió en su totalidad, detalló el sitio Memoria Chilena.

¿La razón? Al año siguiente de su sentencia, la cónsul de Chile en Nueva York, Gabriela Mistral, intercedió y envió una carta al presidente Carlos Ibáñez del Campo para solicitar el indulto.

El mandatario no se negó ante la petición de la Premio Nobel de Literatura en 1945, por lo que Georgina Silva Jiménez recuperó su libertad.

La autora de Cárcel de mujeres, una de sus obras más famosas y que escribió mientras estuvo en prisión, falleció en 1996 tras ser diagnosticada con Alzheimer.