Durante dos años, la ciudadana francesa Gilberte Van Erpe, más conocida como Madame Gil, recorrió diferentes localidades de la zona central de Chile, en busca de víctimas para su estafa piramidal.
En ese entonces (2004), la mujer ofrecía un lucrativo negocio, el cual consistía en fermentar unos lácteos, que más tarde se convertirían en una especie de quesitos, los que supuestamente eran muy cotizados por la industria cosmética francesa.
De acuerdo a su modus operandi, Madame Gil recorría principalmente los pueblos pequeños de ciertas localidades, donde ofrecía kits de fabricación de quesitos, los cuales al ser mezclados con leche, filtros de seda y pañuelos de papel, podían multiplicarse.
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Tras varias semanas de cultivo y con resultados concretos, las personas obtendrían un supuesto beneficio del 100% de su inversión inicial, según consignó Emol.
Por el kit, que verdaderamente costaba 40 euros (cerca de 39 mil pesos chilenos a la fecha), la mujer cobraba 369 euros ($368.000).
Las primeras personas recuperaron toda su inversión, pero como iban reclutando a otros a cambio de premios, esas últimas lo perdieron todo.
Fue así como 5.500 víctimas chilenas invirtieron entre $280.000 y $120 millones, por un total de más de $10 mil millones.
El origen de madame Gil, la mujer de los “quesitos mágicos”
Para entender cómo surgió la estafa piramidal, debemos remontarnos al origen de Van Erpe, quien nació en Jordania, y se crió en África, específicamente en la República Centroafricana. En ese entonces, su hermana Astrid fue la primera de las siete esposas del emperador Bocassa.
Fue en ese continente donde conoció esta práctica ilegal, estafando a miles de personas en Sudáfrica y Bélgica, en la década de los ochenta.
Sin embargo, las denuncias en su contra la empujaron a buscar nuevos ‘mercados’ en otros países del mundo, según consignó el diario electrónico La Prensa.
De ese modo, se trasladó al continente americano, arribando en Puerto Vallarta, México, donde se hizo pasar por una millonaria mujer suiza, en los años 90.
No obstante, fue capturada y extraditada a Bélgica, donde cumplió una condena de cinco años de cárcel.
Transcurrido ese periodo tras las rejas, la ciudadana francesa volvió a la carga, pero esta vez en Perú, donde en el año 2004, 3000 habitantes fueron estafados por el negocio de “los quesitos mágicos”.
Ese mismo año, la mujer hizo su tercera escala, esta vez en nuestro país.
Gilberte Van Erpe fue condenada en Francia
Sin embargo, las autoridades chilenas no permitieron que la mujer se saliera con la suya, y presentaron una orden de captura internacional.
Gilbert Van Erpe fue capturada en Niza, Francia, en el 2008, mientras que en 2015 fue condenada a seis años de prisión, de los cuales debió cumplir tres de manera efectiva, por lo que actualmente se encuentra en libertad.
Cabe señalar que los 715 chilenos que fueron representados en Francia no tuvieron un resultado favorable en su acción legal, debido a que la justicia de ese país rechazó la indemnización, y solo les concedieron 1 euro ($713 de la época).
