Emilio Mangiavacchi: la desconocida historia del bombero de Concepción que murió en el Titanic
Durante la noche del 14 y madrugada del 15 de abril de 1912, ocurrió uno de los mayores naufragios de la historia: el hundimiento del Titanic, el trasatlántico más grande y lujoso de su tiempo en su primer viaje.
El 10 de abril abandonó el puerto de Southampton (Inglaterra), para luego hacer escala en Cherburgo (Francia) y continuar hasta Nueva York.
El barco británico llevaba más de 2.000 pasajeros a bordo y navegaba por el Atlántico Norte, cuando inesperadamente chocó contra un iceberg frente a las costas de Terranova.
El impacto fue de tal magnitud, que la gigantesca nave de casi 270 metros de largo, nueve cubiertas y más de 1.000 toneladas de peso comenzó a hundirse.
¿El resultado? Más de 1.500 personas perdieron la vida, por lo que es considerado uno de los peores desastres marítimos en tiempos de paz.
Un bombero de Concepción murió aquella madrugada
Una de las víctimas fue Serafino Emilio Mangiavacchi, quien fue integrante de la Cuarta Compañía de Bomberos de Concepción.
El protagonista de esta desconocida historia nació en Bibbiena, región de Toscana, Italia, el 16 de agosto de 1864, consignó el cuerpo bomberil.
Emigró a Chile, trabajó en Ferrocarriles del Estado y el 7 de diciembre de 1889 se incorporó a los voluntarios de la región del Biobío. Su número de registro fue el 38.
Durante su estadía en la compañía, que se ubica en Avenida Los Carrera 2138, desempeñó los cargos de teniente Tercero (1893), teniente Segundo (1896 y 1897) y teniente Primero (1900 y 1901).
“Fue un emigrante italiano que llegó a Concepción y estuvo arraigado en nuestra zona por cerca de 13 años”, comentó a La Cuarta el capitán Hugo Saravia.
Respecto hasta cuándo estuvo en la zona, Saravia señaló que “estimamos que se fue en 1902, porque es el último año en que hay registro de su actividad bomberil”.
La tragedia del Titanic
Tras su paso por la zona, regresó a su tierra natal, en donde conoció a su futura esposa, Nella Bianciardi. Tiempo después se casaron, tuvieron a su primer hijo y se marcharon a Estados Unidos.
En el país norteamericano se desempeñó como agente inmobiliario en un banco italiano con sede en Nueva York, ganando cerca de 100 dólares mensuales.
De acuerdo a la Enciclopedia Titánica, por motivos de una grave enfermedad, debió regresar a Italia para someterse a una intervención quirúrgica.
Tras la operación, Mangiavacchi quiso volver con su familia que lo esperaba en Estados Unidos. Para aquello compró el ticket 2861 del Titanic, por cerca de 15 libras esterlinas de la época.
Se embarcó el 10 de abril en Cherburgo como pasajero de segunda clase con destino a Nueva York.
Emilio Mangiavacchi murió en el hundimiento del trasatlántico a los 47 años y su cuerpo nunca fue identificado.