De seguro en más de una ocasión, durante tu rutina de la mañana o tras un día agotador, has sentido que las mejores ideas fluyen mientras estás bajo el agua de la ducha.

Si bien esa situación puede sonar anecdótica, hay estudios científicos que respaldan que la ducha es uno de los lugares idóneos para dejar nacer las mejores ideas o soluciones para los problemas.

“El agua caliente debilita nuestros sentidos externos y dirige nuestra atención hacia pensamientos internos. Y este estado de conciencia promueve el pensamiento creativo”, explica el psicólogo John Kounios, coautor del libro The Eureka Factor, a la revista Vogue.

En este contexto, destaca que hay dos factores que explicarían el fenómeno: el primero denominado como la “restricción sensorial”, y el segundo relacionado con la relajación que genera esa instancia del día.

“Restricción sensorial”

Según describió el experto al sitio BBC Mundo, cuando estamos bajo el agua de la ducha, nuestros sentidos se apagan un poco.

Es decir, la visión es limitada por las gotas que caen sobre nuestros ojos, además que no podemos oír claramente por el ruido del agua. Es a eso a lo que Kounius denominó “restricción sensorial”.

De igual forma, en su libro destaca que el agua caliente dificulta que tu cuerpo distinga la frontera entre “el interior y el exterior”, por lo que el sentido del tacto se desvanece.

Contexto | Pexels
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Considerando ese fenómeno, varios estudios plantean que justo antes de que se nos ocurra una idea, el córtex visual (zona cerebral encargada de decodificar la percepción y convertirla en visión), se apaga ligeramente.

En otras palabras, justo antes de tener una epifanía, nos volvemos menos conscientes de nuestro entorno, debido a que la atención está centrada en nuestro interior. Así, la ducha se convierte en un espacio de aislamiento con pocos estímulos externos o distracciones, lo cual facilita que nos concentremos en nuestros pensamientos.

Por lo anterior, destacó que es “la mejor alternativa para desconectarse de todo y focalizar nuestra atención en el interior”.

El efecto relax

Pero eso no es todo, ya que la ducha también representa un momento placentero, que estimularía el buen humor y, por ende, la creatividad.

“Cuando estás relajado y en buena onda, te permites pensar de manera ambiciosa o incluso tener ideas un poco locas“, precisa el experto.

No obstante, si estás atravesando por un estado de ansiedad, el pensamiento se puede volver más limitado. “Si te encuentras bajo amenaza, no puedes permitirte cometer errores. Eso hace que pienses de manera deliberadamente metódica y muy conservadora“, explica Kounios.

Ahora que ya tienes el respaldo de la ciencia, solo debes darte el tiempo de dejar fluir tus ideas bajo la ducha.