Elena del Valle Espinoza, una adulta mayor de la comuna de San Ignacio, región de Ñuble, sorprendió por su ejemplo de fortaleza, ya que pese a su avanzada edad logró superar el coronavirus.

Con 103 años recién cumplidos, la mujer fue diagnosticada de COVID-19 en mayo pasado, tras infectarse en el interior de su hogar en villa Las Galegas, en el sector El Tejar de Chillán, donde vive con su hija y la pareja de esta, informó La Discusión.

“Mi tía fue la que tuvo los síntomas más fuertes y mi abuelita, gracias a Dios, fue como súper extraño, o tiene muy buenas defensas o no sé, pero tuvo complicaciones muy sencillas para la edad que tiene, porque pudo haber sido mucho peor”, expresó al citado medio Pamela Ruiz, nieta de Elena.

Además, agregó que “ella tiene problemas al corazón, de hecho tiene un marcapasos. Entonces, no nos explicamos cómo fue que ella no tuvo mayores problemas que necesitaran hospitalización”.

Sobre los síntomas, la joven complementó que “ella estuvo con tos complicada y para eso vinieron a visitarla del Servicio de Salud. Estuvo con inhalador, con algunos medicamentos y ejercicios kinesiológicos. Vinieron varias veces a visitarla y afortunadamente con todo ese apoyo, no pasó a mayores y de a poco se fue recuperando”.

“Es muy apegada a su familia”

Cabe consignar que la mujer de 103 años ya tenía las dos dosis de la vacuna contra el coronavirus. “No nos imaginamos que podía superar la enfermedad con sus antecedentes médicos. Nos preparamos para cualquier escenario. Ella por fortuna se había vacunado y a esa fecha tenía las dos dosis. Son bien obedientes en ese sentido”, afirmó Pamela.

“Lo único que le afecta es su estado de ánimo, se debilita un poquito. Con eso nos damos cuenta al tiro cuando está enferma, porque igual se nota. Ahora está muy bien recuperada y se notó que su ánimo y memoria comienzan a funcionar mejor”, indicó.

Sin embargo, el apoyo a distancia de la familia, ha sido vital para el bienestar de la adulta mayor. “Mucho tiempo estuvo apartada de su familia, por la pandemia, así que eso igual la afectó mucho, es muy sensible a los afectos. Es muy apegada a su familia. Ella puede estar deprimida un día, pero si un familiar que quiere le hace una videollamada le arregla el día”, dijo.

Finalmente, la orgullosa nieta aclara que actualmente Elena se mantiene con buena salud. “Ahora come más sanito en esta etapa por problemas que ha tenido en el estómago, pero toda su vida comió de todo. Nunca tuvo un cuidado especial, tampoco tenía una rutina de ejercicio, pero sí fue muy activa siempre”, reveló.

“Es muy poco lo que descansó, toda su vida trabajó. Ya siendo abuelita cuidó a sus nietos, incluyéndonos, y crio muchos años a uno, porque mi tía fue muy jovencita mamá y estuvo estudiando. Su vejez comenzó muy tarde, hasta cuando uno requiere descanso”, cerró.