Considerado como uno de los hombres más destacados del universo empresarial a inicios del siglo XX, Jean Paul Getty fue todo un visionario, forjando su fortuna gracias al denominado ‘oro negro’.

Con una mente brillante e innovadora, consiguió a los tan solo 24 años, su primer millón.

Formando su propia compañía, tras explotar un pozo en Oklahoma, intentó probar a su papá en vida que él era capaz de heredar la empresa y, más aún, llevarla al próximo nivel. Más tarde el tiempo le dio la razón ya que lograría crear Getty Oil Company.

Las razones de la desconfianza hacia el joven Jean Paul se debían a su vida bohemia, por lo que la mayoría de su entorno pensaba que no era lo suficientemente comprometido.

Cabe señalar que luego que su padre, George Franklin Getty, falleciera, heredó unos 500.000 dólares de la época (equivalente a 7 millones de la moneda estadounidense en la actualidad), gracias a las empresas ligadas al petróleo.

Una atrevida jugada

Las fiestas no le impidieron que la fortuna creciera gracias a un gran descubrimiento en Medio Oriente. Con una inversión estratosférica (cerca de 100 millones de dólares actuales), obtuvo la autorización para explotar por 60 años las tierras en Arabia Saudita.

En aquel entonces dicho país no representaba más que un terreno árido y desconocido, ya que si hablamos de petróleo, Estados Unidos era quien dominaba el mercado.

La idea de Getty fue todo un éxito, con el apoyo del rey local, comenzó un contrato que le permitió (desde 1953) obtener cerca de 16 millones de barriles de crudo al año.

Esto no solo aumentó la billetera del magnate, pues generaría un fuerte impulso en Medio Oriente, ya que poco a poco dicha zona empezaría a funcionar en torno al ‘oro negro’, convirtiéndose en una potencia económica.

Un rapto que sorprendió a la opinión pública

Su apellido no solo se hizo mundialmente conocido por los negocios, pues la tragedia tocó la puerta de esta familia.

En 1973, el nieto del empresario, John Paul Getty III, en ese entonces de 17 años, fue secuestrado en las calles de Roma por la mafia calabresa.

Los antisociales se comunicaron con la madre del joven, Gail Harris, para pedir 17 millones de dólares.

La desesperada madre, quien no contaba con ese dinero, pidió ayuda a su suegro, quien negó pagar tan gigantesco monto. Jean Paul Getty afirmó en un comunicado de prensa que “si pago un rescate, tendré 14 nietos secuestrados”.

Esta rotunda respuesta sorprendió a la opinión pública, que tildó al empresario (que tenía una fortuna cercana a los 8.000 millones de dólares de hoy) , de avaro, recordó la prensa internacional.

Los captores no se rindieron y aumentaron la apuesta. Días después, un paquete con la oreja del adolescente llegó a la oficina del diario romano Il Messaggero para presionar.

“Los hijos de los ricos no deben ser consentidos”

El abuelo de la víctima logró reducir el rescate a tres millones de la moneda estadounidense. Igualmente, esta negociación tuvo una trampa, ya que 800 mil dólares se tendrían que devolver con un interés anual del 4%.

El 15 de diciembre de 1973, luego de cinco meses del rapto, el rehén era liberado en una ruta del sur de Italia, dando fin a un calvario familiar.

Dicho hecho marcó la carrera de Jean Paul, quien murió a sus 84 años el 6 de junio de 1976, dejando una cuantiosa fortuna e imagen de tacaño que hasta el día de hoy es recordado.

“Los hijos de los ricos no deben ser consentidos ni recibir dinero cuando tengan edad de valerse por sí mismos”, sostuvo, sobre la fuerte influencia de su padre, detalló Infobae.