Con un cariño incondicional, los animales se convierten en parte fundamental en la rutina de muchas personas.

Es por esto que cuando llega la muerte de una mascota, el momento puede generar una enorme tristeza para los que compartieron su vida.

Cabe señalar que un estudio publicado por el Evolution and Human Behavior, reveló que el fallecimiento de un perro, puede ser igual de doloroso que perder un familiar.

La psicóloga Julie Axelrod, expresó que el duelo tiene que ver con el amor incondicional que se va. “Conduce a una gran interrupción en la rutina diaria de alguien, a veces más que la pérdida de seres queridos humanos reales”, aclaró.

“Tienes que programar tu día alrededor de tu perro y, de repente, perder todo ese orden puede hacer que una persona se sienta completamente perdida“, indicó la especialista a Shared.

¿La adopción es una opción?

Según la psicóloga Patricia Díaz, de la Fundación María Losantos, manifestó que “en algunos casos, las mascotas se convierten en la única compañía de una persona“.

Es por esto, que la especialista afirma que es importante aceptar que el animal falleció. “Desde que llegan a nuestra vida somos conscientes de que viven menos que los seres humanos“, aclaró a 20 minutos.

Desde la mencionada fundación, advierten que la adopción puede ser una alternativa, siempre cuando no se intente “enmascarar el dolor” o que se busque sustituir a la difunta mascota.

Es por esto, es relevante darse un tiempo para gestionar las emociones, vivir el duelo y sanar heridas, para luego recibir a otro animal.

Finalmente, Cipriano Toledo, psicoterapeuta, coach y director del Centro de Psicoterapias Avanzadas, manifestó que hay que prepararse para enfrentar el deceso.

“Anticipar el dolor que producirá su muerte, es innecesario. Lo mejor es disfrutar de él mientras está con nosotros”, dijo a ABC.