Isabelle Weall es una joven británica que a sus cortos 17 años ha tenido que enfrentar una serie de dificultades. Hace 10 años contrajo meningitis, una enfermedad que lejos de apagar sus ganas de vivir, la hizo más fuerte.

No obstante, sí hubo consecuencias en el procveso, ya que los cirujanos debieron que amputarle parte de los brazos y piernas.

Izzy pasó nueve semanas en el hospital y otros ocho meses en silla de ruedas antes de que le colocaran prótesis en 2011. La adolescente usa piernas protésicas de alta tecnología, pero se las ha arreglado bien sin sus manos y antebrazos.

“Puedo hacer todo lo que necesito sin brazos protésicos. Los encuentro molestos”, explicó al Daily Mail. Y prueba de ello es que aprobó su examen de conducir en tan solo tres meses, le corta el cabello a sus hermanos menores y también crea tutoriales de maquillaje.

Y es que encontró en las redes sociales, un nicho al cual sacarle partido: “Cuando publiqué por primera vez en YouTube sobre mí, conduciendo mi auto, sabía que iba a funcionar bien, porque es algo por lo que me preguntan mucho“, sostuvo.

“A la gente le fascina cómo puedo conducir, nunca esperan que pueda hacerlo. Por un lado, me motiva, pero también me frustra porque no puedo hacer las cosas sin que la gente siempre las comente”, señaló.

Cabe señalar que actualmente tiene más de 150 mil suscriptores en la mencionada plataforma, por lo que vio en las redes, un nicho al cual sacarle mayor provecho.

“He podido ganar dinero con las redes sociales. Siempre dicen que en cuantas más plataformas estés, mejor, así que comencé a publicar en TikTok. Los videos empezaron a explotar y actualmente tengo más de 340.000 seguidores“, reconoció la joven que quiere estudiar administración de empresas.

Malos comentarios

Pero no todo ha sido color de rosa, ya que Izzy cree que aún falta por avanzar en cuanto a personas en su condición.

 

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“Existe una gran falta de educación sobre cómo hablar con alguien con una discapacidad (…) cuando salgo en público solo llamo la atención y todos me miran“, afirmó al citado medio.

Pero no sólo eso, ya que también tiene que lidiar con desafortunados comentarios de las personas. “Algunas personas son francamente desagradables, parecen pensar que pueden hacer bromas sobre mi discapacidad”, asegura.

Por último, afirma tener un anhelo: “Me gustaría ser esa persona que pueda educar al resto para que si vuelve a encontrar a alguien como yo, no diga nada, no le tema a la discapacidad y tenga comprensión“, sentencia.

 

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