Es sabido que no todos percibimos las temperaturas de la misma forma. La sensación térmica depende de factores como el viento, la humedad y la temperatura ambiental. Pero por otro lado, también influyen las características o condiciones de salud de cada persona, y por eso hay quienes sufren más con el frío.

¿Qué pasa con los friolentos? En Página 7 conversamos con Beatriz Arteaga, directora de la Escuela Técnico Nivel Superior Enfermería, de la Universidad de Las Américas, y ella explicó que hay múltiples factores en juego.

“Uno de ellos es el metabolismo basal enlentecido, que puede estar influenciado por algunas enfermedades como el hipotiroidismo, el estrés, o una actividad física disminuida. En estas personas, se ha visto clínicamente que tienen más sensación de frío y su temperatura basal es más baja que en las personas sanas”, dijo la especialista.

También se ha mencionado en algunos estudios la falta de vitaminas o hierro, principalmente la B12 (presente en huevos, carne, quesos y yogurt). En estas personas, señaló Arteaga, también se ha visto una disminución de la temperatura corporal.

“La masa corporal o el IMC pueden influir en la sensación térmica. No poseer una ingesta suficiente de alimentos con contenidos grasos en aquellas personas que realizan dietas estrictas, solo a base de vegetales, también puede provocar que sientan más frío“, advirtió.

Por otro lado, se describen alteraciones de la circulación sanguínea, principalmente circulación periférica por falta de ejercicio, trastornos cardiovasculares o enfermedades circulatorias periféricas propiamente tales.

personas friolentas
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Otro factor importante es la deshidratación. “La falta de agua produce disminución de la presión arterial y por ende contribuye a una baja de la circulación sanguínea, aumentando la sensación de frío en estas personas”, explicó la profesional de la salud.

Finalmente, añadió que el sexo es un factor predisponente. “Principalmente se ha descrito que las mujeres son más friolentas que los varones por su constitución. Además, en el ciclo menstrual previo al sangramiento, el período en que baja el flujo, se produce una disminución de hierro y de glóbulos rojos, lo que va a generar en las mujeres una mayor sensación de frío”, indicó.

¿Cómo disminuir la sensación de frío?

Beatriz Arteaga además entregó algunos tips para combatir de la mejor forma las bajas temperaturas.

“Uno de los factores es la vestimenta. Vestirse por capas mejora la termoregulación y la sensación térmica, principalmente usando telas con mayor contenido de algodón que materiales sintéticos”, señaló.

Además, dijo que se recomienda mantener control estricto en aquellas personas con enfermedades crónicas. “Hay que manejar el estrés y regular los estados patológicos de salud”, advirtió.

La especialista también aconsejó realizar ejercicios, a pesar de que es más difícil animarse cuando hace frío. “El calor se produce cuando la tasa metabólica aumenta como consecuencia de mantener el cuerpo en actividad. Por lo tanto, es recomendable hacer ejercicio de manera regular, idealmente tres veces a la semana o todos los días al menos media hora“, apuntó.

Friolentos
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Alimentarse bien igualmente genera una mejor sensación térmica. Es decir: la digestión de los alimentos genera energía y aumenta el calor y la temperatura corporal. “Alimentarse equilibradamente, no una tendencia solo enfocada en los vegetales. Sobre todo en la temporada de otoño e invierno, se recomienda la ingesta de carbohidratos en su justa medida, y también de grasas de origen vegetal”, dijo.

Por último, añadió que se recomienda la buena ingesta de líquidos diaria, para favorecer la circulación y la presión arterial. Según ella, las infusiones y el agua a temperatura ambiente son ideales.

Calefacción

Es importante considerar los sistemas de calefacción ambiental que se usan en el hogar para tener una sensación térmica agradable y evitar daños en la salud.

La experta advirtió que cualquier sistema debe ser usado con ciertas precauciones, favoreciendo la oxigenación de recintos cerrados a través de la ventilación de estos, y siempre “cautelando una temperatura óptima para mantener una sensación térmica adecuada y evitar los fríos”.

Finalmente, destacó la importancia de evitar cambios bruscos de temperatura. “No estar en un ambiente térmico adecuado y bajar a una temperatura muy fría, porque eso podría provocar alteraciones respiratorias y sensación de frío extremo“, concluyó.