Realizó el “robo del siglo” y se convirtió en celebridad: la impresionante historia de Ronald Biggs

Corría el año 1963, el 8 de agosto un grupo integrado por 15 hombres protagonizó uno de los atracos considerado como el “más espectaculares de la historia”.

2,6 millones de libras esterlinas de la época (o sea más de £46 mil millones, equivalente a 45.934.745.488 pesos chilenos), fueron robados en un audaz asalto al tren postal Glasgow-Londres.

Uno de los integrantes que se convirtió en leyenda es Ronnie Biggs, quien pasó 36 años fugitivo por este crimen, buena parte de ellos en Brasil, jugando al gato y al ratón con las autoridades de su país.

Detenido un mes más tarde y condenado a 30 años de cárcel, Biggs se fugó 15 meses después. Se descolgó por una cuerda y saltó sobre un camión que le abrió las puertas a su nueva vida.

Pasó por Francia, España, Australia, Argentina y Bolivia, hasta que se instaló en 1970 en Brasil, que no tenía tratado de extradición con Gran Bretaña, y donde armó una familia.

A juzgar por su autobiografía, The Odd Man Out, publicada en 1994, sus declaraciones y las fotos en las que aparecía a menudo acompañado de bellas mujeres, se lo pasó en grande.

Siendo una leyenda, logró protagonizar la portada de uno de los discos de los Sex Pistols en 1978 llamado No One Is Innocent.

Aunque trataron varias veces de llevarlo ante la justicia británica, siempre los planes se frustraban.

Pero en 2001, arruinado, cansado y enfermo, solicitó voluntariamente regresar a Gran Bretaña para purgar su pena, e ingresó en prisión. En 2009, aquejado de una grave neumonía, recuperó la libertad.

Debido a su condición, su participación en los medios disminuyó considerablemente. En 2013 uno de sus compañeros en el atraco, Bruce Reynolds, murió en un deteriorado estado que le impedía hablar, comunicándose solo con una pizarra. Biggs fue a las exequias, siendo esta su última aparición pública.

El 18 de diciembre de 2013, a los 84 años, Ronald Biggs falleció. Según detalla prensa internacional, debido al gran cariño por Brasil, sus familiares esparcieron una parte de sus cenizas en las platas de Río, mientras que el resto en Londres.