Con la llegada del tiempo más frío del año, por lo mismo, las personas ya comienzan a utilizar distintos tipos de estufas en sus viviendas, para mantener calefaccionados sus hogares.

Por lo mismo, Luis Salamanca, ingeniero en Prevención de Riesgos de la UNAB, entregó una serie de tips para mantener en buen estado y en perfecto funcionamiento nuestras estufas.

“Si vamos a hablar de calefacción, se nos viene un invierno frío, como todos los últimos inviernos. La decisión de calefacción depende los bolsillos, de la cantidad de espacio que queramos calefaccionar y tercera, la contaminación, que no es menor”, partió diciendo el especialista.

Por ejemplo, Salamanca dice que las estufas eléctricas son las más accesibles y limpias, pero a la vez las más caras. Esto dependerá del espacio que se quiera calefaccionar y las personas que vivan en esa casa o departamento.

Ahora bien, si uno vive en un departamento, hay que comprobar que la red eléctrica soporte largas horas de este artefacto. Para esto, si uno conecta la estufa a una extensión y el cable se calienta, nuestro hogar no soportará ese artefacto en particular.

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Por otro lado tenemos las estufas a gas. Aquí el prevencionista de riesgos afirma que hay una norma que no podemos olvidar: “La normativa establece que el cilindro de gas, sin ningún tipo de apoyo, como ruedas, no puede estar dentro de un edificio que tenga más de 5 pisos de altura. Si tiene menos de cinco pisos, sí puede alimentar la cocina o el calefón”.

En este sentido, aseguró que las mangueras que conectan el cilindro de gas con la estufa, tienen fecha de vencimiento. Ese dato aparece en la manguera, y cada tres o cuatro años, es preciso cambiarla.

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Con relación a las de parafina, si bien son más convenientes, sí son más contaminantes. Aquí hay que tener mucho ojo con los bidones: el azul es el que está certificado por la Superintendencia de Electricidad y Combustibles y es para parafina; el rojo es para bencina.

A esta también hay que realizarle mantención todos los años, de hecho lo ideal es que se haga cerca de septiembre, cuando termine la época más fría del año.