Viajar en avión es sin duda una de las maneras más seguras de moverse por el país y el mundo. Por lo mismo, sorprendió lo que se supo de un piloto de la aerolínea British Airways, que sobrevivió a un terrible accidente en pleno vuelo.

Mientras viajaba desde Birmingham (Reino Unido) hasta Málaga (España), una de las ventanas de la cabina principal se rompió; esto provocó una despresurización que terminó por succionarlo fuera del avión.

Afortunadamente, fue gracias a un asistente de vuelo que lo tomó de las piernas, que esta persona logró zafar de salir literalmente volando. Fue recién cuando el avión tocó tierra, en un aterrizaje de emergencia, que se pudo calmar toda esta situación.

Si bien se puede pensar que esto es parte de una película, es una situación completamente real que ocurrió hace 30 años y que afectó al capitán Tim Lancaster. Así al menos lo cuenta el hombre que salvó su vida en aquella oportunidad, Nigel Ogden.

“Me di la vuelta y vi que el parabrisas delantero había desaparecido y Tim, el piloto, estaba saliendo por él; lo habían sacado del cinturón de seguridad y todo lo que podía ver eran sus piernas”, explicó en conversación con el portal británico Metro.

Según recuerda, apenas vio que estaba saliendo eyectado por la ventana, le tomó las extremidades para evitarlo. Lancaster, en tanto, estaba doblado e inconsciente, debido a un fuerte golpe en la cabeza que había recibido.

“Lo más aterrador es que sus ojos estaban muy abiertos. Nunca olvidaré esa vista mientras viva”, recordó Ogden.

Otro miembro de la tripulación de cabina, John Heward, también ingresó para sostener al capitán, que estaba ensangrentado: “Su rostro golpeaba contra la ventana con sangre saliendo de su nariz y un lado de su cabeza, sus brazos se agitaban y parecían tener unos 1,8 metros de largo”.

Mientras esto pasaba, Alistair Atchinson, el copiloto, tomó el mando para poder estabilizar el avión, mientras avisaba a los aeropuertos lo que estaba pasando.

“La presión sobre Alastair debe haber sido tremenda, la vida de todos estaba en sus manos. Pero derribó ese avión perfectamente”, recordó John, quien aseguró que aterrizaron en Southampton, donde los recibió un equipo de emergencias.

Ningún pasajero salió herido. Tim Lancaster en tanto, sufrió varias fracturas e hipotermia, pero afortunadamente sobrevivió.