Hay muchas situaciones que nos pueden hacer sentir que nada va a mejorar, como si tuviéramos el corazón roto: la tristeza por la muerte de un ser querido, el distanciamiento con algún amigo, terminar con el amor de la vida.

Pero, lejos de estas emociones, y desde el punto cardiológico, a quienes sí han sufrido por tener el (síndrome) corazón roto.

Este síndrome “se trata de una disfunción segmentada en el ventrículo izquierdo que se presenta de forma aguda y está habitualmente acompañada de dolor torácico, por lo que algunas personas lo confunden con un infarto agudo al miocardio“, explicó el Dr. Luis Sepúlveda, cardiólogo de Clínica Alemana, a revista Paula.

Esta patología también es conocida como el “síndrome Tako-Tsubo“, pues al ser descubierto por japoneses, se le nombró así porque -al dilatarse la punta del corazón- queda una forma parecida al frasco con el que los japoneses capturan pulpos, el llamado tako-tsubo.

Por un “estímulo estresante”

Después fue denominada como “síndrome del corazón roto” por los científicos estadounidenses, debido a que “una de sus características es que antes de que comiencen los síntomas, la persona recibe un estímulo estresor, algo grave e importante que estresa de forma dramática al paciente”, explicó Sepúlveda.

Es difícil decir cómo prevenirlo porque habitualmente se relaciona a un estímulo que para el pacientes es extremadamente fuerte. Se suele acompañar del fallecimiento de algún familiar, una discusión, un estrés laboral fuerte, aunque por estos días hemos visto que pacientes que cursar un coronavirus lo desarrollan con complicación”, agregó.

Eso sí, en la mayoría de los casos se trata de una patología reversible, que no suele dejar secuelas y, por lo general, sucede solo una vez en la vida. Solo 4% de los casos presenta una forma grave de esta patología, que puede provocar enfermedades cardíacas agudas.

¿Cómo es su tratamiento? El experto recomendó utilizar betabloqueadores por largo plazo, que son medicamentos que bloquean los efectos de las hormonas que causan estrés al corazón.

Por otro lado, para evitarlos, aconsejó intentar mantener el estrés a raya, en la medida de lo posible haciendo deporte de manera periódica o practicando actividades que ayuden, como la meditación y el yoga.