Tanto en Chile como en otros países, el uso de la mascarilla es obligatorio ya en la vía pública como en el comercio autorizado.

Por lo mismo, quienes no se acostumbran aún a la idea, plantean argumentos como el calor o incluso que les cuesta respirar, sin embargo, un nuevo estudio llevado a cabo por científicos del Jackson Memorial Hospital de Miami y de la Escuela de Medicina de la Universidad de Miami, Estados Unidos, concluyó que el uso de una mascarilla promedio no limita el flujo de oxígeno a los pulmones.

Para llevar a cabo el experimento, contaron con 15 médicos sanos y 15 veteranos militares con pulmones severamente dañados a una caminata rápida de seis minutos en un superficie plana y dura.

Asimismo, los investigadores midieron los niveles de oxígeno y dióxido de carbono en la sangre antes y después de la prueba, y ni los médicos sanos como los pacientes con enfermedades pulmonares graves, mostraron variaciones importantes en las mediciones.

Lo anterior no quita que el uso de una mascarilla quirúrgica o de tela resulte incómodo, pero eso se debe a otros factores y no a la reinspiración de dióxido de carbono o disminución de los niveles de oxígeno.

Los autores del estudio, publicado en la revista Thorax, agregaron que probablemente el malestar de las mascarillas se deba a posibles irritaciones de los nervios faciales sensibles, el calentamiento del aire inhalado o a una mera sensación de claustrofobia.

Aun así, no debería ser más preocupante que su correcto uso ya que está demostrado que sí contribuye a evitar contagios por coronavirus.